Buenos Aires, 6 de enero.- Ni siquiera los más fanáticos conocen todos los detalles de la vida de sus ídolos, o por lo menos, las razones por las cuales no se llaman como figura en sus respectivos documentos. Es que, por cuestiones artísticas o por la complejidad de la pronunciación de la identidad original, son varios los artistas que se hicieron famosos con seudónimos.

SI QUERÉS CAMBIAR, CAMBIÁ

Un caso emblemático es el de Moria Casán. Que como a su madre no le permitieron inscribirla en el registro como Moria Elizabeth, la bautizó como Ana María Casanova, porque el día de su nacimiento, 16 de agosto, coincide con la fiesta de Santa Ana, y María es el nombre de la Virgen. Sin embargo, desde bebé la llamó Moria. Y en 1971 el productor Carlos Petit le sugirió acortar su apellido a Casán.

DIVA Y PIONERA

Una de las pioneras en tener nombre artístico es Mirtha Legrand, que de todas formas no reniega de llamarse Rosa María Martínez Suárez. El hacedor de estrellas Ricardo Cerebello fue quien le dio la idea de buscar algo más pegadizo, y ella aceptó encantada.

¡PAVADA DE REGALO!

Graciela Borges, otra de las celebridades argentinas, le debe su apellido al excelso escritor Jorge Luis Borges. quien enterado de que el padre de la actriz le pidió que no usara su nombre, decidió prestarselo. ¡Qué orgullo!

¿CÓMO SE PRONUNCIA?

Por razones más simples, Valeria Archimó dejó de llamarse Archimaut. La vedette optó por quedarse con la versión fonética de su apellido para evitar confusiones. Por esa misma razón, la azafata de A todo o nada abandonó el impronunciable Lorena Onufryjczuk, para ser llamada Lorena Wells.

DECIME CUÁL, CUÁL, CUÁL ES TU NOMBRE

Fue Nicolás Repetto quien bautizó a Alejandro Wiebe como Marley, cuando era columnista de Fax. "Ojo, en mi casa me dicen Alex o Ale, como cuando era chico. Pero mis amigos no se resignan y me siguen llamando ‘che, bol…’", comenta el conductor con humor.

"NO IBA A LLEVAR EL APELLIDO DE UN DESGRACIADO"

Nació como Hilda Gorrindo. Se hizo famosa como Isabel Sarli. ¿El motivo? "Decidí usar mi segundo nombre y el apellido de mi madre, porque no iba a usar el de mi papá, un desgraciado que nos abandonó cuando yo tenía cuatro años". La Coca se cambió el nombre en 1955, cuando participó del concurso Miss Argentina, que ganó.

POR UN ERROR DE IMPRENTA

La historia de Cacho Castaña es curiosa: "Cuando grabé mi primer disco iba a ser Cacho Castagna. Pero el tipo de la imprenta se equivocó, me puso el apellido como sonaba, y pasé a ser Castaña. Lo más loco es que jamás conocí a esa persona".

YO NO ME RÍO

Jorge Corona era -es- Jorge Antonio Femenías. Y su primer nombre artístico fue Jorge Chiva, cuando se ganaba el pan actuando en peñas. "Yo quería ser humorista, y con ese apellido de mierda que tengo quién se iba a reír conmigo", comenta. Luego Juanito Belmonte le puso el apellido Corona: "Era un número uno, el más grande hacedor de nombres de la República Argentina", lo recuerda el humorista.

UN NOMBRE GANADOR

Se llama Juan Eslaiman. Juan Matías Eslaiman Alé. Pero hubo alguien que le propuso tomar su segundo nombre y apellido. Y él le hizo caso: "Fue Guillermo Francella, cuando compartimos una escena en Trillizos. Y quedó Matías Alé. Pero sigo llevando orgulloso mi herencia árabe", cuenta él.