Con sólo 24 años de edad, Agustín Cruz, conocido artísticamente como Acru, es uno de los raperos y freestyler de mayor ascenso y rápido crecimiento en la escena del hip hop argentino. Surgió como gran competidor de las batallas de freestyle y llegó a consagrarse hace muy poco nada menos que en el Estadio Obras Sanitarias. Pero no se detuvo y en medio de su tour nacional -con exitosas presentaciones en Córdoba, Rosario, Santa Fe, La Plata y Mar del Plata- vuelve a San Juan. El próximo 8 de octubre estrenará su nuevo formato con banda propia: Tomi Sainz en batería, Marti Varela en bajo, Facundo Cassetari en guitarra y el DJ Francisco Haze. Acru presenta un show donde profundiza su performance para llegar a nuevos espacios con sonidos auténticos. A días de su arribo, el cantante habló con DIARIO DE CUYO.
– ¿Qué te motivó a incluir San Juan en tu gira?
– Siempre quise llevar mi música al norte del país y al oeste con Mendoza, San Juan y San Luis. Llevo demasiado tiempo viviendo en Buenos Aires, pero mi familia viene del interior del país y con esto, siento que vuelvo a la raíz. Esta gira la vengo construyendo hace más de dos años porque antes de la pandemia vengo trabajando con los músicos actuales que me acompañan. Como vino la pandemia, nos tiró abajo los planes y como les pasó a todos los artistas, tuvimos que guardarnos. Volver al escenario en vivo para mí es un gran festejo. Estoy muy contento y muy tranquilo con este presente. Este formato es el mejor que vengo desarrollando y me pone entusiasmado ver cómo la gente puede recibirlo.
– Cuando estás en el centro del escenario, solo ante la multitud, ¿qué sucede dentro tuyo?
– Mi mejor ejercicio es absorber esa energía del ambiente y estar con los sentidos despiertos para empaparme de lo que sucede a mi alrededor y así avanzar a un lugar más alto. Si hay mucha euforia, quiero que esa energía me atraviese, desde una emotividad o un momento serio o contundente. Estar en vivo para mí es estar despierto, sensible y muy conectado. Después de cantar, termino y me siento lavado en cuerpo y en alma.
"El rap refleja la realidad de nuestros barrios argentinos. Tiene nuestras historias, nuestras familias, nuestras voces, nuestra impronta, nuestra cultura y es una música cargada de identidad".
– ¿Cómo transitás tu presente artístico, esto de que tu sonido retumbe en Obras?
– Ejercito mucho mantener un estado mental. Creo que estoy bien contenido y acompañado y me siento fuerte conmigo mismo para transitar este momento de la mejor manera. Respecto a Obras Sanitarias es una medallita de triunfo que la guardo con amor, porque significa mucho para la música argentina. Como MC y como rapero es un orgullo haber vestido ese lugar de nuestro arte en un santuario del rock de nuestro país, es gratificante. Fui una persona con suerte de poder hacer eso y es muy lindo porque así se escriben las páginas de la historia del rap argentino. Es un impulso para mí y para los que vienen después que yo en el futuro.
– ¿Se puede hablar hoy de un rap argentino en expansión?
– Está sucediendo algo muy bueno que es la apertura de un abanico de posibilidades. Hay nuevos estilos y nuevas corrientes que nos enriquecen culturalmente a todos. Es un tiempo nuevo para el movimiento del rap argentino. Hay pibes y pibas de muchas edades escuchando y haciendo esta música, que ya es nuestra, no es más extranjera. Lo valioso es que aparecen nuevos artistas a ocupar otros espacios importantes. Aceptar esta realidad me parece positivo. Por eso pienso que hay que seguir siendo disciplinado, constante y a la altura del momento, para bancar esta bandera. El rap venía desde los ’80 buscando territorio en Argentina y el esplendor de hoy se formó con una base muy sólida de voces. Hoy el rap refleja la realidad de nuestros barrios argentinos. Tiene nuestras historias, nuestras familias, nuestras voces, nuestra impronta, nuestra cultura y es una música cargada de identidad. Además, están en los ojos del mundo figuras como Bizarrap, Trueno, Wos, Duki y grandes exponentes femeninos como Niki Nicole. Cada uno tiene su color pero pertenecen a un mundo cultural que habla, que hay algo especial que está pasando con los jóvenes y con este sonido.
– Para componer, ¿les debés mucho a otras experiencias con las artes?
– Hoy no estoy en un momento de mucha lectura, pero sí del cine y de los documentales. Aunque la literatura no está muy presente en estos días, trato de ganar conocimiento y nutrirme de muchos lados. Sin embargo, el contacto con la palabra y su profundidad lo fui desarrollando en mis estudios en artes visuales. Viene también de mi viejo, quien es escritor y sus conversaciones que tuve desde chico con él sobre el arte. Él sembró esa semilla en mí, que es tener un estilo, una búsqueda en decir ideas, sensaciones e historias. Ha sido algo no menor. Haber transitado la escuela pública en el Polivalente de Arte, es un privilegio y la bendición de haberla tenido en mi formación.
– ¿La ola del éxito trae en consecuencia más presión de la industria para seguir sacando hits?
– Sí, trato de ser cuidadoso con el movimiento de la industria. Trato de seguir conectado a mi obra. Lo que me dio resultado es seguir siendo yo y respetar los tiempos. Necesito tiempo, estudio e indagación para crear algo nuevo. Por ahí no puedo seguir el ritmo que la industria me pide. Para mí lo importante es que haya una buena canción, una buena obra, que tenga peso. Afronto las cosas con calma y hablo solo con mi música. Las canciones tienen una identidad y un origen de donde vengo, atravesadas por mis ideas y convicciones. Logré que mis canciones me sanen y sean un impulso para otros. Cuento de dónde vengo, cómo me crié, de acercar la mano al otro, defender la palabra. Nuestra cultura son los puntos de lanza de lo que hago y cuido.
DATO
Acru en San Juan. Viernes 8 de octubre a las 20 hs en La Meseta (Abraham Tapia y Calle 5 – Rawson). Entrada $1.500. https://www.ticketek.com.ar/acru/la-meseta.