Eva Mendes había desaparecido de las redes sociales por más de un mes y algunos de los 2.5 millones de seguidores se preguntaron por la misteriosa ausencia. En la catarata de comentarios uno de ellos opinó que se había hecho una cirugía y no le había gustado el resultado. Eso fue suficiente provocación como para que la pareja de Ryan Goseling saliera a explicar que en realidad una de sus dos pequeñas hijas le había hecho notar que usaba mucho el celular. ‘En cuanto a hacerme un trabajo (cirugía), lo haré cuando me plazca. Pero no, esa no es la razón. La razón es que personalmente no puedo hacer malabares con la familia y las redes sociales’ posteó la bella actriz de 46 años, quien aún disfruta de su belleza al natural, sin pasar por un quirófano, pero dejó en claro que lo tomaría como una opción. 

Mientras tanto aprovecha los tratamientos menos invasivos para mantenerse radiante, como hace algunos meses que compartió una impresionante imagen suya con agujas clavadas en el cuello. En casa tiene una obsesiva rutina de cremas exfoliante e hidratante y cuando termina algún tratamiento cosmético no repite la marca para evitar acostumbramiento. También tiene cuidado con su cabellera, que para evitar el daño, sólo lava dos veces a la semana, el resto de los días usa dry shampoo.

La despampanante figura de la actriz de Rápido y furioso, Hitch y otras muchas películas está esculpida con esfuerzo, porque ella admite que le cuesta seguir la dieta saludable, alejada de los azucares- su madre la ayuda cocinándole ‘healthy’- aunque de vez en cuando se da un gusto: arroz con leche es su debilidad. También le cuesta hacer ejercicio, ha dicho, pero como rutina obligada, sale a correr acompañada de su perro. 

Un poco por genética, otro por dedicación, no hay dudas que Eva Mendes logra un buen resultado para lucir espléndida en la cuarta década. Y ahora además dejó en claro que todo vale a la hora de verse bien.