
Uno de sus fundadores, Paul Taylor (foto arriba, centro) es hoy el patriarca de la danza moderna. A sus inquietos y fructíferos 87 años, el bailarín y coreógrafo que sin tener estudios ganó una beca en la Julliard School, donde fue alumno de grandes como Doris Humphrey, José Limón y Antony Tudor; y que luego fue discípulo y solista de compañías formadas por gurúes como Merce Cunningham, Martha Graham y George Balanchine, fue destacado como "la máxima figura actual de la danza moderna" y "el coreógrafo en vida más importante del mundo", por Time y Newsweek. En sintonía, fue honrado con la Legión de Honor y la Orden de las Artes y las Letras por el gobierno de Francia, y otras distinciones como la Medalla Nacional de las Artes y el Premio Kennedy, por citar apenas algunas. Sensible, creativo, artísticamente ambicioso, innovador y rupturista, el artista nacido el 29 de julio de 1930 en Estados Unidos, quien diseñó tanto bajo el influjo de Bach como de Piazzolla y Los Beatles; que aplica todas las técnicas, que tiene un personal color "urbano" y que supo hacer de la danza abstracta una insignia, fundó en 1954 su propio ballet, con el que sigue recibiendo ovaciones alrededor del mundo.

La prestigiosa compañía de este genio, que tiene a Michael Novak como flamante director artístico (es la primera vez que Taylor designa un sucesor), es la que debutará el 15 de junio a las 21.30 en el Teatro del Bicentenario de San Juan, donde mostrará en carne propia algo del inmenso legado del maestro. Tanto para quienes gustan de la danza como para los que quieren conocer a uno de los mejores ballets modernos, es la gran oportunidad de ver en vivo y en directo la obra de esta verdadera leyenda viviente, que se ganó un sitial de privilegio entre los históricos de la danza contemporánea mundial.

Las entradas cuestan $150, $250, $350 y $450 y están disponibles en boletería, de lunes a sábado de 10 a 20 hs, y en www.tuentrada.com.
