"Decir que sueño es engaño; bien sé que despierto estoy. ¿Yo Segismundo no soy? Dadme, cielos, desengaño. Decidme: ¿qué pudo ser esto que a mi fantasía sucedió mientras dormía, que aquí me he llegado a ver?", dice uno de los personajes de La vida es sueño, obra de Calderón de la Barca estrenada en 1635. Y basta leer apenas una estrofa para darse una idea del estilo propio de este clásico del Siglo de Oro Español, que algunos conocieron en la secundaria o en la universidad; y que revivirá en pleno Siglo XXI pero con una apuesta muy novedosa: fragmentos reescritos e interpretados en lenguaje de freestyle, bajo el título La vida S-Dream. Director, actor, dramaturgo y profesor de Letras, Benjamín Slavutzky está detrás de esta atractiva iniciativa que mañana y pasado subirá a escena (ver aparte), un desafío que de buenas a primeras podría parecer imposible, aunque él -conocedor de la materia- se encarga de dilucidar su génesis de manera sencilla.
"Fui adscripto en la cátedra de Literatura española, así que la tengo estudiada y siempre me llamó la atención un acontecimiento que sucedió en el Siglo de Oro Español, que son estas poesías que se mandaban sobre todo Góngora y Quevedo, diciendo lo malos que eran escribiendo sus contemporáneos. Esa situación me hizo acordar a las batallas de gallos del freestyle, donde alguien improvisa unos versos haciendo entender que la otra persona no tiene su nivel de excelencia. Entonces pensé "qué loco que en estas distintas épocas se dieran hechos similares", explicó el director y protagonista, quien siempre trabajó con textos propios, aunque esta vez quiso viajar a los clásicos, algo que finalmente concretó en esta conjunción.
"Trabajar obras en verso no es lo más sencillo, porque lo asociamos con algo demodé, antiguo, aburrido; pero mi reescritura también está en verso. Yo soy fanático de Kendrick Lamar, un rapero actual muy bueno, uno de los hombres del hip hop de momento, y estuve viéndolo mucho tiempo, y a otros también, siguiendo las letras y la forma de componer que tienen, para adquirir ese "flow". Empecé a hacer un estudio para ver cómo se podía, sonoramente, modernizar la palabra escrita en verso para la actuación, un trabajo de investigación del plano sonoro de la palabra, de la forma más que del contenido’, detalló. "El contenido de la palabra ya está dado, la dramaturgia opera por su lado; y es curioso porque en las artes por ahí le damos más peso a lo que dice la palabra que a cómo se la dice, cuando la comunicación verbal tiene mucho del cómo se dice. Es recuperar y reivindicar eso, trabajar ese plano que no tiene que ver con el significado sino con la forma’, se explayó.
Montado como un unipersonal, "emancipado de los espacios’ y con ambiente sonoro original, gran diseño lumínico y de vestuario completando la puesta, Benjamín no tiene como objetivo principal que La vida S-Dream lleve a la sala a los amantes del freestyle y los vincule al quehacer teatral, aunque reconoce que "me encantaría’. "El freestyle está en las plazas y los adolescentes lo tienen incorporado, como jugar al fútbol; pero el teatro sigue teniendo la dificultad del edificio teatral, al que por ahí es difícil acceder; y si es un teatro bien ubicado, tiene una connotación social que hace que las generaciones más jóvenes elijan otros ámbitos como las plazas, con espontaneidad, sin la lógica de los horarios ni la etiqueta", apuntó el artista, que estará caracterizado en base a una estética "retrofuturista", desde la misma máscara que utiliza y que, añade, "tiene que ver con esta duda permanente de qué es sueño y qué es realidad, de persona y personaje; y que dialoga con la lógica del objeto principal de la escenografía que es el carrito supermercado", contó.
Memorizar hojas y hojas con la reescritura de la obra -en la que deja lugar para algunas improvisaciones-; ver decenas de videos de freestyle y ponerse a rapear en casa solo o con amigos para ajustar el estilo, son apenas algunas escenas del backstage de esta propuesta, que él sigue y sigue ensayando. "Ponerme en el personaje me da muchísima información nueva, me gustaría ensayar siempre porque empiezan a aparecer muchas cosas que no esperaba, otras desaparecen y hay que buscarlas de nuevo, o aparecen cosas superadoras", cuenta el actor, quien sabe, sin embargo, que mañana y cada vez que su creación suba a escena, no quedará otra que entregarse, casi una hora, a la pieza y al público, en una experiencia permanentemente renovada. "Sí, y sobre todo con esta obra en particular, que es una obra muy interactiva. Hay partes que no puedo ensayar, tengo que ver las reacciones de la gente, ver si como la pensé funciona o tengo que apelar a otra estrategia. Y en ese sentido también sigue a lógica de la batalla de freestyle, o quizás está entre una obra de teatro y un concierto de hip hop, que se trabaja en el vivo", sumó.
Sin más expectativas que "dar una buena performance, estar "en zona" todo el rato y ser poroso a lo que sucede cada noche", Slavutzky espera del estreno. Eso sí, con un deseo: "Me gustaría que la gente la pase bien, viendo que el teatro puede ser otras cosas, otras maneras. Dar una experiencia distinta a la gente. Y que sepan que es algo que pueden disfrutar diferentes generaciones, juntarnos de manera simbólica y compartir".
- LA OBRA
La vida S-Dream. Dirección, dramaturgia y actuación: Benjamín Slavutzky. Viernes 9 y sábado 10 de abril, a las 22 hs. Sala TeS (Juan B Justo 335, Rivadavia). Entrada general $300.
La obra recupera fragmentos y el argumento del clásico "La vida es sueño’ en la que el personaje principal no puede dilucidar si su vida transcurre en un sueño o en la realidad. Se recorren episodios de la vida de MC MooN2, quien da una fiesta en razón de su coronación en el reino. En la misma, aparecen personajes y situaciones que lo hacen dudar sobre la veracidad de este hecho. ¿Tan parecidas a los sueños son las glorias, que las verdaderas son tenidas por mentirosas?
Cuenta con apoyo del Instituto Nacional del Teatro y el Ministerio de Turismo y Cultura de la provincia. Fue uno de los cuatro proyectos seleccionados en los Encuentros de análisis de proyectos escénicos y/o performáticos desde la producción ejecutiva, en el marco del Festival Internacional de Buenos Aires.