Ya le habían pedido que bajara un cambio en Animales Sueltos, donde reemplazaba a Alejandro Fantino (que está en Sudáfrica) y del que terminó yéndose luego de despotricar contra Flor de la V y pelear con Pamela David. Pero parece que Moria no está dispuesta a acatar esa sugerencia, o al menos es lo que muestra en su nueva casa televisiva; ShowMatch. Desde el lunes pasado en reemplazo temporario de Carmen Barbieri (que tuvo que operarse de una lola), la diva no paró un minuto de meter la cuchara, incluso donde no había sopa. Pero el martes fue "too much", como ella diría. Excitadísima, todos comenzaron a mirarla desconcertados. El jurado trataba de ignorarla, hasta que al final la Alfano la trató como a una viejita gagá y el mismo conductor -a quien interrumpía todo el tiempo al grito de ¡señor Tinelli, señor Tinelli!- tuvo que hacerla callar para seguir con los pormenores de su circo (en la escena Alfano-Ale-gato).
Sea que no le funcionó su método ortomolecular (que usa para mantenerse espléndida de adentro hacia afuera, como pregona) o que está dispuesta a no perder ni un segundo de protagonismo ante las cámaras más efectivas de la TV argentina, lo cierto es que Moria derrapó como nunca. ¿Estará más sosegada hoy? ¿O le seguirá chiflando el moño, como decía Rodrigo?