Una puesta colorida y alegre. Así promete ser "La murga va al teatro", la obra de la que participan más de 100 jóvenes rawsinos que presentarán esta tarde y mañana (ver aparte) el Teatro Municipal Oscar Kümmel. Se trata de la primera experiencia de este tipo, en la que se logró amalgamar el arte barrial de las murgas con la estructura de una obra de teatro musical, una apuesta que según los organizadores "no se hizo nunca en la provincia" y sólo tiene parangón con una iniciativa realizada en La Plata.
La propuesta que surge de la Secretaría de Cultura del municipio de Rawson, involucra a diez murgas de distintos barrios y villas del departamento, donde se implementó el programa Murgas Comunitarias que coordina Martín Ormeño. "Esta es una experiencia única, es muy importante para los chicos, que están muy entusiasmados", comentó a DIARIO DE CUYO el coordinador sobre las dos funciones que protagonizarán las murgas La Pasión de los Pibes, Los Infernales de Güemes, Pateando Tristezas, La Murguita del Sur, Uniendo Comunidades, Los Murgueros de José, Los Duendes del Carnaval, Burlando la Floja, Los Pibes de la Estación y Los Elegantes de la 12.
Lo distintivo es que lo que habitualmente sucede en las calles de los barrios, ahora será en un escenario, usando un guión y contando una historia que -en este caso- identificará a las distintas agrupaciones, con un fuerte componente indentitario, "permitiendo dejar de lado también esas rivalidades que suelen tener las murgas entre sí", apunta Esteban Montaño, quien junto a Claudia Pirán, trabajó desde marzo en el armado artístico y desarrollo del guión de este espectáculo. "Es una obra musical donde aparecen cada una de los conjuntos, con su identidad, sus cánticos, a través de un hilo conductor, que es un abuelo que busca a su nieto" explicó Montaño, agregando que en la trama aparecen leyendas urbanas como la Pericana, el viejo de la bolsa y hasta el misterioso "auto negro", además de resaltar valores como la solidaridad, la perseverancia y la bondad. Como encargado de la parte actoral, Montaño trabajó con los 10 chicos que se eligieron de cada una de las murgas para ser los protagonistas de esta pieza, que fue planteada "como una obra sencilla, simple pero muy alegre, teniendo en cuenta que no son actores", dijo. A ellos se suma un coro de 20 integrantes surgido de los propios cantantes de las murgas, que dirige Pirán (como todo lo referido a lo musical) que interpretarán todas las canciones de la puesta, con el acompañamiento musical en vivo, además de la tradicional percusión murguera, de otros instrumentos (guitarras, charangos) ejecutados por profesores y alumnos avanzados de los talleres de la Red Cultural Comunitaria.
"Esto se trata de inclusión de los chicos, que además de que sirva para sacarlos de la droga y mala junta, para que tengan una actividad creativa, algo que a ellos les gusta y disfrutan", analizó Montaño.
Además de las dos presentaciones previstas, la idea es continuar mostrando la obra y programar funciones en escuelas o llevar a los chicos al teatro de Rawson.

