"Si me muero algún día entiérrenme en Mendoza, en San Juan, allá en la Rioja o en Cafayate La Hermosa, que en vino habré de volver"… Así recitaba Horacio Guarany en "Volveré en vino", una canción de su puño y letra donde se atrevió a hablar de su muerte (y también de su permanencia) ocurrida ayer por la mañana, a los 91 años. "Y cuando lloren las viñas, para que rían los hombres, he de volver en las copas (…) Y en una noche de farra, cuando lleven la guitarra, si ven al vino llorar, déjenlo llorar su pena, déjenlo llorar su pena que en la lágrima morena, ¡como nunca he de cantar!", continuaba entonando con su particular acento esta canción, que además vinculó al fruto de la vid como sinónimo de vida; y donde -a tono- también plasmó su cariñosa relación con la provincia, que visitó varias veces, a la que vino por última vez en 2004, para la Fiesta del Carrerito en 25 de Mayo; y que como en el resto del país, ayer se volcó a las redes sociales para despedirlo con gratitud y respeto.  

Amante de los vinos blancos locales, según confesó; y con su particular forma de expresarse, el autodefinido "embajador jachallero" había expresado en charla con DIARIO DE CUYO "¿A quien no le gusta el vino?". Fue en una de las últimas entrevistas, donde asumió que era un gusto conocido por todos, aunque a veces lo utilizaban para fustigarlo. "También dicen que desafino, pero no saben qué decir para combatirme. Son pobres envidiosos que no soportan que mi estrella me siga iluminando", hizo su descargo por aquellos años "El Potro", el primer folclorista en ingresar a la ex URSS en 1957. 

Hijo de un hachero correntino de sangre indígena y una española, y penúltimo de 14 hermanos; con el sueño de convertirse en leyenda llegó a una pensión de Buenos Aires a los 17 años. Allí, pasó por todos los oficios para cubrir sus necesidades. Fue desde cocinero de un barco hasta criador de gallos de riña. Y finalmente, tras presentarse en Radio Belgrano en 1957, le llegó el éxito. Y no paró más. Subió a escena a festivales de todo el país y protagonizó películas, pero también hizo frente a las prohibiciones a causa de las letras contestatarias de sus temas e incluso sufrió el exilio, viviendo en Venezuela, México y España. En diciembre del ’78 volvió al país y al mes colocaron una bomba en su casa.  

Con la democracia retornó plenamente a su esplendor y su nombre fue marcando hitos. "Fui el primero que cantó en Rusia y, ahora, marcaré historia en China, porque siempre fui un precursor. Ningún folclorista pudo lograrlo hasta ahora como yo", expresó a este medio satisfecho de sus logros, la voz de clásicos como Si se calla el cantor y Caballo que no galopa, que quiso hacerse un tiempo entre festival y festival, para dedicarse a sus otras pasiones. "El cantar me lleva y me lleva y no me da tiempo para hacer cine, teatro, literatura. Por eso le quiero dar un descanso", acotó.  

Para las Bodas de Oro de Cosquín no deseaba estar presente porque, de acuerdo a sus dichos, le habían realizado "como 40 homenajes y dije ‘no voy más’". Claro que recalcó que tampoco podía negarse ya que "la gente me lo pide y merece respeto, no me puedo encerrar como una mina enojada", comentó con esa personalidad campera que lo distinguió siempre el hombre de la localidad santafesina de Las Garzas, donde nació el 15 de mayo de 1925 como Eraclio Catalín Rodríguez, y cuyo legado como Horacio Guarany seguirá presente a través de las anécdotas y de su tradicional cancionero. 

 
Su partida

El deceso ocurrió en su casa de la localidad de Luján, que el mismo denominaba Plumas Verdes, a causa de un paro cardiorrespiratorio. Ya en varias ocasiones había tenido que ser internado en la Fundación Favaloro por un problema cardíaco crónico que lo fue alejando de los escenarios y no le permitió asistir al festejo de los 20 años de Soledad en Cosquín, en enero de 2016. 

Personalidades destacadas de la música, el deporte y la política, eligieron las redes sociales para dejar sus condolencias al también denominado Cantor del Pueblo.  

"La familia informó que no habrá velatorio programado", escribió en Twitter Rubén López, mánager del artista. Cantante, autor, actor y escritor de las novelas El loco de la guerra, Las Cartas del Silencio y Sapucay, que fue adaptada al cine, en San Luis, protagonizada por él y bajo el título El grito en la sangre; tendrá la despedida de parientes y allegados en su hogar, en una ceremonia íntima. Si bien, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y el Congreso de la Nación fueron ofrecidos para el último adiós. 

Su carrera, en cifras 
Grabó 57 placas solistas, 14 compilados, con César Isella en 1966, con Mercedes Sosa en 1973 y 1974, y a dúo con Soledad en 2002. Ingresó a SADAIC en 1950, publicó 308 obras, la primera: En un camino cualquiera. En 1985, fue Konex de Platino, en 2004 fue nominado a los Grammy Latinos y ganó el Gardel a la Trayectoria 2005. Hizo 16 Luna Park. Recibió 15 discos de Oro y 10 de Platino. 

 

Durante una de sus actuaciones en San Juan. Cuando hacía sus presentaciones radiales en vivo (el de bigote a la izq.). Y protagonizado el film La vuelta de Martín Fierro, en 1974, dirigido por Enrique Dawi. 

 

Estampas 
 
Vino por la canilla 
En los ’70 inauguró "El Templo del Vino", una casona vieja vecina que remodeló para recibir a sus colegas y amigos (por ahí pasaron Edmundo Rivero, Los Quilla Huasi, los Ábalos, Tejada Gomez, etc.). Cuando comenzó la comida y le reclamaron la bebida, dijo. "Bueno, abran la canilla". Había cerrado el paso del agua y llenado el tanque con su bebida favorita. Fue sólo esa noche, pero la anécdota quedó para siempre. 

 
Sueño incumplido
El del teatro propio fue el sueño que no pudo cumplir. Tomó fuerzas en épocas en que Lito Cruz, entonces titular de cultura en Buenos Aires, le pidió que armara una fundación a través de la cual poder ayudarlo a cumplir el que llamó "mi sueño mayor". "Ese teatro servirá para tanta gente joven que no tiene dónde mostrarse", había dicho. No pudo ser. 

Mercedes Sosa
Comentado fue el enfrentamiento que mantuvo con Mercedes Sosa, otrora amiga. Pero no develó el misterio públicamente. En entrevista con Rony Vargas dijo que "nunca nos peleamos, pero ella dijo cosas en España que no tendría que haber dicho en un escenario y para mí eso es imperdonable (…). Para mí el escenario y la casa de familia son un altar". Luego puso un manto de piedad: "Todos tenemos fallas en la vida, nadie es perfecto"; y agregó "En Mercedes Sosa valoro que ha sido una cantante extraordinaria, que cometió el error de morirse". 

 
Arenga inolvidable
Pocos de aquellas épocas olvidarán uno de los shows en Cosquín, en los ’60, que bien rescató el blogspot de Radio Cosquín. Se cuenta que apenas Maharbiz lo presentó, se desató un aguacero impresionante y la gente comenzó a abandonar la plaza. "Horacio salió con la guitarra en alto y gritó: ‘¡No huyan, cobardes!’. Lo dijo de una forma tan contundente y graciosa que la gente quedó paralizada y escuchó el concierto bajo la lluvia". 

Pelea con Jesús María  
En 2010, y con el éxito intacto, Guarany volvió a Jesús María, que no pisó durante 9 años tras un encontronazo con las autoridades del Festival. En 2001 firmó una cláusula de exclusividad con Cosquín, que le impedía estar en otro festival a menos de 180 km a la redonda, durante ese mes de enero. La comisión de Jesús María no vio con buenos ojos esa elección ni tampoco la falta de explicaciones del "Potro". "Para mí, regresar a Jesús María es como volver a visitar un pariente que hace mucho que no veo, nada más que eso. Los que por allá no quedaron contentos conmigo, que se jodan", fue su respuesta.