
Muchas especulaciones, rumores y críticas se produjeron alrededor, cuando Andrés Calamaro tuvo ese traspié en un recital en Cochabamba (Bolivia) hace un mes atrás y que dijo en esa oportunidad disculpándose por "sentirse un caballo viejo y cansado al límite para cantar". Pero el tiempo pasó, su público lo perdonó y le hizo el aguante. Ganó dos premios Grammy Latino y venciendo todo mal pronóstico, aterrizó en San Juan y brindó un show memorable para sus fans. El Salmón estuvo en el Estadio Cubierto Aldo Cantoni con un espectáculo a la altura de sus mejores performance. Lúcido y con un excelente buen humor y ánimo en el escenario -y algunos kilitos de más encima- Calamaro trajo un equipaje lleno de canciones, desde sus más grandes éxitos hasta los más nuevos, como parte del tour "Cargar la suerte".

No estuvo solo, por supuesto, mantuvo un ritmo sostenido y entretenido en el concierto con el respaldo fundamental de su banda integrada por el bajista Mariano Domínguez, el batero Martín Bruhn, el tecladista Germán Wiedemer y el violero Julián Kanevsky. Fue una simbiosis sonora y musical perfecta para las 3.500 personas que asistieron al concierto y quedaron inmensamente felices con tener a su ídolo cerca. En todo momento, lo alentaban "¡Vamos Salmón!" y la estrella les respondía con más canciones y gestos de gratitud: "Muchísimas gracias por venir San Juan".


Durante el encuentro sonaron hits como "Alta suciedad", "Verdades afiladas", "Algún lugar encontraré", "Me arde" y "Diego Armando", que en este último, el cantante dio una perlita tomando un mate en pleno recital. Uno de los momentos cumbre de la noche, fue al interpretar "Crímenes perfectos" y la multitud quedó encendida de sentimientos. A los 58 años y con mucha agua que pasó bajo el puente, El Salmón dejó su voz y alma en el escenario, y que pese a todo, sigue dando pelea.
FOTOS:MARCOS URISA
