Para Liam Gallagher fue difícil destetarse de Oasis, porque cuando se separó de su hermano Noel en 2009, formó un nuevo grupo llamado Beady Eye, en donde conservó casi toda la formación de Oasis. El único responsable de eso fue el mismo Liam. Con Beady Eye lanzaron dos discos que fueron mal recibidos por la crítica y se la pasaban dando shows gratuitos en tiendas de discos para hacer promoción, no lograron despegar como se esperaba y esa experiencia sirvió más que nada para demorar la carrera solista de Liam. En 2014, Beady Eye se separa. Tras anunciar (amenazar) que si su próximo disco no vendía se retiraría de la música, el año pasado comenzó con la grabación de su debut solista que finalmente verá la luz mañana 6 de octubre. 

 

Para hacer “As You Were”, Liam convocó al productor Greg Kurstin, quien tiene una trayectoria más que respetable después de haber trabajado con artistas de la talla de Adele,  Foo Fighters, Kelly Clarkson y Elle Goulding, entre otros, y haber cosechado varios premios Grammy por su labor.

 

 

Desde el título “As You Were” sugiere que el menor de los hermanitos Gallagher hizo borrón y cuenta nueva, volvió sobre sus propios pasos, se paró en el mismo lugar donde quedó tras la separación de Oasis y emprendió nuevamente el camino, solo que esta vez va en la dirección correcta. Liam Gallagher suena moderno, está bien rítmicamente y acude retoques digitales, es como una nueva versión del sonido de los 90s, y tal como pasaba con Oasis, es imposible dejar de percibir la más que evidente influencia de los Beatles, hay canciones que debieran llevar la firma Lennon-McCartney.

 

La presencia de Kurstin como compañero en la composición ayuda a controlar el oído errático de Liam y afilar las melodías que van desde el ataque de “Wall Of Glass” hasta la ráfaga machacosa de “Chinatown”.

 

 

El disco abre con “Wall Of Glass” una canción para estadios que bien podría haber estado en “(What’s The Story) Morning Glory?” (1995) de Oasis. “Bold” y “Greedy Soul” siguen los mismos pasos. La calma llega en el track 4 de la mano de “Paper Crown”, es acústica y melancólica, lamenta la soledad, menciona las “cenizas de la corona de papel” como una forma de describir que él mismo dejó de pertenecer a la realeza del rock. “For What It’s Worth” muestra a un Liam más vulnerable y hasta irónico desde el comienzo de la canción cuando canta: “En mi defensa, todas mis intenciones fueron buenas, y el cielo tiene un lugar para todos los incomprendidos”. En realidad ni tan buenas intenciones ni tan incomprendido, la verdad es que Liam se pasó la mayor parte de su carrera cosechando enemigos y peleándose con su hermano. Aquí surge lo confuso del mensaje, porque quiere mostrarse como una persona sensible que maduró emocionalmente, pero sin embargo no termina de dejar a un lado esa pedantería que siempre lo caracterizó.

 

Así las cosas “For What It’s Worth” es una suerte de pedido de disculpas, mientras que dos tracks más adelante llega “You Better Run” en donde se presenta como una amenaza y se atreve a “caminar en los zapatos de otra persona”, no es sencillo seguir los pasos de su narrativa, lo que queda claro es que los zapatos de Liam Gallagher no deben ser muy cómodos. Sin lugar a dudas debe resultar bastante frustrante darte cuenta que en 20 años no pudiste escribir canciones como las que te hicieron famoso, y eso es algo que Liam padeció en todo este tiempo, no llegar a ser ni el reflejo borroso de lo que alguna vez fue.

 

“Universal Gleam” tiene todo el potencial para ser un próximo corte, una canción que después de la segunda estrofa toma un camino distinto al esperado, el esperado era muy bueno, pero la resolución de la canción no está nada mal, por el contrario, decide mantener la calma, haciendo esperar una explosión que nunca llega y tampoco es necesaria.

 

El disco cierra con “I’ve All I Need”, uno de los mejores momentos de Liam, donde se lo nota sincero, tanto lírica como musicalmente, con una melodía simple que no deja de recordarnos a Oasis. Liam recurre a algo inteligente, las canciones tienen una duración promedio de 4 minutos o menos, de modo tal que las 12 canciones del disco en total duran menos 45 minutos.

 

La edición de lujo incluye los bonus tracks “Doesn’t Have To Be That Way”, “All My People / All Mankind” y “I Never Wanna Be Like You”, que no logran superar al disco pero como material adicional viene bien. “As You Were” es el mejor disco de Liam desde Oasis y demuestra que conserva su carisma. Al final se hizo justicia para el malhumorado cascarrabias y logró un disco a la altura de las expectativas.