Para muchas generaciones, Vandalis es y seguirá siendo una leyenda en la historia del rock local, una banda sanjuanina que supo marcar el rumbo a muchas otras que surgieron después. Con una base de percusión, primera y segunda guitarras, bajo y canto, el conjunto logró alcanzar espacios muy significativos para la época. Roby Mondaca, Javier Gómez, Jano Molina, Tony Berenguer y Daniel Torrent formaron una máquina imparable y exitosa durante los 90. Casi 15 años después de aquel boom, y aprovechando la visita de Torrent a la provincia (hace años está radicado en España, donde armó otro Vandalis) DIARIO DE CUYO los reunió para rememorar viejas hazañas. Aunque Roby decidió no participar del reencuentro por algunas diferencias, Javier, Jano, Tony y Daniel explicaron cómo Vandalis marcó un antes y un después en el mapa local y en sus respectivas vidas.
"Pienso que cuando uno logra algo sólido y bueno, perdura en el tiempo. Vandalis fue un concepto logrado cuando el heavy metal en San Juan, era desconocido’, dice Berenguer, el más veterano del grupo. "Por primera vez tocamos en escuelas, llegamos a la tele, conseguimos manager, un operador de sonido propio. Salió un buen producto, haya gustado o no, además desarrollamos un circuito en la provincia y en el país que fue inédito’, prosigue quien ahora está retirado de los escenarios y se dedica a fabricar bajos y fundas de instrumentos.
Por aquellos años era muy fuerte la influencia de Iron Maiden, Kiss, Scorpions y Metallica. Los pocos adolescentes sanjuaninos que seguían el género soñaban con armar su propia banda; y con Vandalis había proyección para ir más allá de eso. "Se hizo algo tan serio, con tantas ganas, ensayado y ajustado perfectamente a cada detalle. Pasaron muchos músicos a lo largo de los años, pero este cuadro que formamos los cinco, se quedó en la memoria de la gente’, afirma Torrent, el batero, radicado en Mallorca que con su Vandalis recientemente participó en el Hard Rock Rising español, con muy buena repercusión.
Para Molina, que integra una de las bandas más escuchadas del presente -King of Banana- "Entrar a Vandalis fue como estar con los grosos de Iron Maiden. Ingresé al grupo a los 15 años, acostumbrado a tocar una banda barrial. Gracias a Vandalis me hice músico, amigo, compañero y profesional. Me cambió totalmente. La base que construimos fue muy copada y había que tocar con ganas, esmerarse por todo. Hubo mucha creación genuina’.
Gómez -el bajista, hoy Huaykil- recuerda el anecdótico debut en el mítico boliche Cemento en el 93. "Las paredes sudaban de agua por la condensación de 150 mil personas adentro esperando a que saliera Hermética a tocar. Todos estábamos muy cag… en las patas porque la gente estaba muda. No sabíamos cómo romper el hielo. Luego interrumpió Roby y gritó al público: Loco, somos de San Juan y váyanse a la pu…que lo parió, tocamos heavymetal y si les gusta bien… Después de esa intervención, empezó la monada a saltar y todo terminó con un pogo alucinante’, rememora. Y agrega: "la banda se jugaba la vida esa noche. Teníamos que remar todo a pulmón, prueba y error’.
Sin embargo, toda buena etapa tiene su fin. Cuando Javier y Jano tomaron otros rumbos profesionales, Berenguer sintió que su ciclo estaba cumplido y no tuvo más opción: seguir con la música o mantener a su familia. Y eligió lo segundo. Quedaron Roby y Daniel al mando del grupo incorporando nuevos músicos, pero por un tiempo más. Al final, ambos acordaron disolver el grupo en 1999. El vocalista formó Corazón Guerrero con Rodolfo Navarro y Torrent se fue a España. "Segui usando el nombre porque nunca me fui, aunque esté viviendo en otro continente, otro mercado y otras influencias, sigo manteniendo la referencia histórica de esta banda. Es un sueño que debo continuar, sea como sea’, afirma Torrent. "A todos nos dolió dejar la banda, pero lo importante es que el heavy no ha muerto. La música se lleva por dentro más allá de cada realidad que nos toca vivir. Todo lo positivo que logró Vandalis, jamás será opacado’, remató Tony.

