En las redes es conocida como Madame Torrejón. Periodista, artista, fashionista, dirigió importantes publicaciones de moda como Elle y Harper’s Bazaar y actualmente es la editora de la revista L’Officiel. También es profesora, intelectual y feminista, Ana Torrejón aboga por los cambios de estereotipos en la moda y sostiene que cada vez que nos vestimos estamos dando un mensaje. Además de voz autorizada en el mundo de las pasarelas y las publicaciones del rubro, su nombre es reconocido en los ámbitos culturales y de la música. Por eso, Mozarteum San Juan la incluyó en su ciclo de entrevistas, como parte de su Temporada Digital 2020 y este mediodía estará por Radio Concepto en contacto con Patricia Marún de Aguilar, presidenta de la entidad, entrevista que después será subida a las redes de Mozarteum.
"Es un honor, tengo mucha ponderación por Mozarteum y su actividad en lo que tiene que ver con la difusión artística y con su penetración cultural, y también me hace muchísima ilusión estar en contacto con San Juan, soy Chubutense, tengo vocación por llevar mensajes y realizar intercambios de orden nacional" comentó en contacto con DIARIO DE CUYO Torrejón, que nació en Puerto Madryn, explica y que por eso disfruta el contacto con otras provincias.
-¿Hay una moda argentina o una moda de Buenos Aires?
-Somos un país. Desde 1988 existe la carrera de Diseño e Indumentaria y eso ha sido una motivación para que todas las provincias puedan desarrollar sus expresiones. Nosotros nos vestimos como una nación y en los lugares donde expresamos este mensaje, es un mensaje de rango visual, tomamos estas particularidades y circunstancias que son diferenciadoras. Todas las personas, todos los días de nuestras vidas hacemos elecciones, el vestir es nuestra facilitación social, es nuestra indicador de trato, nuestra posibilidad de mantenernos en tiempo, en espacio y ser contemporáneos a otras personas. Luego pueden haber distintas adscripciones, si es diseño, si es pasarela, en qué grupo social engloba a tal o cual persona, pero el fenómeno de la moda es un fenómeno cultural muy extenso, muy interesante, apasionante, que tiene implicancias sociales, políticas, económicas, de rango identitario.
-En esa historia, ¿qué momentos destaca?
En la historia de la moda, desde finales del siglo XVIII, se han sucedido distintos movimientos, el advenimiento de la alta costura, del Prêt-à-porter, de la difusión y la moda, el quiebre de los conceptos de vanguardia y en la actualidad estamos hablando de la moda como una herramienta que puede facilitar la inclusión y que apuesta a la diversidad. Entonces hablamos de moda y género; moda y regionalismos, moda y compromiso; la circularidad de la moda, su impacto ambiental, el rescate de técnicas ancestrales puestas al servicio de un compromiso de un menor impacto, porque es una industria que tiene mucho impacto, y todo esto son cuestiones muy latentes en este tiempo de pandemia, nos hemos planteado cuánto hemos contribuido con nuestras acciones para que el planeta entre en estos colapsos y cómo sin nosotros la naturaleza se "restartea".
-El prejuicio de que todo alrededor de la moda es superficial, ¿sigue vigente?
-A mí me interesa trabajar en la moda desde el punto de vista de la comunicación y el lenguaje, desde ese punto de vista, el análisis hace que sea un fenómeno significativo y en absoluto superficial. El tema es que sobre la moda, o sobre el vestir, todas las personas tenemos algo para aportar o decir, porque forma parte de nuestro cotidiano, entonces a veces desde la opinión, que es lícita y válida, se interviene en ella de modo bastante superficial. No está mal tampoco que no siempre sean sesudas las reflexiones, pero es un fenómeno relevante.
-Visto de ese modo es diferente a lo que uno ve en publicidad o revistas del género.
-Las revistas no son todas iguales. Los medios de comunicación reflejan una situación noticiosa y sociocultural pero el abordaje que hacen a las noticias es un abordaje que tiene que ver con su ADN, entonces no todos los medios reaccionan de igual forma cuando construyen el vínculo con sus audiencias o con su público lector. La publicidad ha tenido una manera de retratar la sociedad de consumo, pero sobre esa manera también se está deconstruyendo.
-¿Qué opina sobre la repercusión de la tapa con la princesa, donde la califican como "Plus size"?
-Se transformó en una estrategia de marketing. Yo no quiero seguir difundiendo la venta de una revista, estoy totalmente en contra de aplicar etiquetas, de cosificar y de seguir manteniendo los estereotipos. Hubo una polémica interesante, yo la llevaría más allá de eso, para hablar de los cuerpos reales. Yo formo parte de varias colectivas y en realidad el cuerpo real, es todo cuerpo. Por la simple razón de existir y después están las categorizaciones de edad, peso, datos específicos, que hoy deberían estar fuera del discurso, porque eso no es noticioso. Salvo que una persona milite por una causa y donde necesite aclarar este tema como fundante de su posición pública, política, estética y demás, entonces es un entrecomillado. Pero yo soy muy optimista y creo que estamos en un proceso social, político, económico, sanitario, que nos está llevando a revisar mucho nuestras creencias y valores sobre los que sustentamos nuestra vidas y están apareciendo ámbitos de reflexión muy interesantes.
-Pero es fuerte el modelo imperante, ¿cree que se logrará cambiar a corto, mediano, largo plazo?
-Yo creo que se está trabajando mucho, no sólo acá, en muchos países del mundo, y que el tema es que los estereotipos los conocemos, ahora hay que trabajar reflexivamente para ver qué potenciales arquetipos se pueden desarrollar, de todos modos dentro de estos cambios, visibilicemos que hoy la heteronorma ha sido puesta en jaque, hoy no estamos hablando en términos binarios, la educación tampoco está hablando en términos binarios. Dentro del territorio de la moda se están concibiendo muchas maneras de estructurar las colecciones, hay algunas que históricamente eran de hombres que ahora se han bajado de esa pasarela para pasar a ser colecciones de personas. Toda personas tiene un género más allá de la biología fundante, que es el género con el que se identifica, pero hay muchos diseñadores que están trabajando el concepto de la prenda que aplique morfológicamente para los cuerpos y que se adecue a esas elecciones. Es como que te dijera que por supuesto hay un lenguaje de la moda que tiene que ver con el establishment pero ese establishment ya está embebido de la fuerza y la fortaleza de estos nuevos paradigmas que empiezan a atravesar a nuestra sociedad.