Luego de sacar la cabeza del infierno de las adicciones, Charly García volvió a las tablas. El regreso oficial fue el mes pasado en Perú y luego pasó por Chile. Y si bien todo el mundo se hizo eco de esas actuaciones -con críticas dispares-, sin dudas su show más esperado es el que tendrá lugar pasado mañana. Es que el del viernes, en Vélez, será su vuelta formal a los escenarios argentinos, justo el día de su cumple 58 (hubo un par de previas breves, una frente a la basílica de Luján, foto). Dos motivos más que válidos para celebrar, sin contar el Grammy que acaba de recibir por su destacada trayectoria.

"Parece mentira que haya progresado tanto en tan poco tiempo y haya podido tocar el piano y cantar como lo hice", confesó el rocker en entrevista con La Nación, poco antes de su prueba de fuego nacional, la estación más importante del tour "Tengo que volverte a ver".

De repetirse lo que ya hizo, se podrá oír a Charly en una treintena de temas, entre ellos El amor espera, Llorando en el espejo o Canción del dos por tres, muy "pianísticas", como él quería. También sonarán hits al estilo No me dejan salir y No voy en tren, el nuevo Deberías saber por qué y el clásico Hablando a tu corazón. Y hasta se podrá ser testigo de un "paso de baile aéreo" que empezará a volar cuando suene Pasajera en trance.

"Creo que pude transmitir las canciones de una forma intensa y la banda suena impresionante", continuaba la charla, elogiando a los suyos: Hilda Lizarazu, El Zorrito, el Negro García López y el trío chileno The Prostitution.

Que se siente más joven, que está haciendo la vida de un hombre grande y que con este concierto "le quiero dar una patada en el cu… a la gente para que se ponga bien", son otras de las reflexiones previas que tiró desde La Cornisa (el ciclo de Luis Majul) el ex Sui Generis, que esta vez se reconoció ansioso y que -dicen- se bancó como un duque las devoluciones menos rosas que recibió del otro lado de la cordillera, donde la prensa dijo "éste no es ni por asomo el mejor Charly que se haya visto por estos lados".

"De estar tanto en clínicas salí entumecido", contaría luego el músico, que continúa con sus tratamientos de rehabilitación cognitiva y kinesiológica. "Por eso tuve que entrenarme bastante para volver a tocar, aunque todavía no estoy tocando como me gustaría. Estoy en un proceso de purificación y en cualquier momento va a salir el Charly puro-puro, que es lo que yo quiero", agregó, quizás invocando cierta contemplación, que -se verá el viernes- vaya a saber si le hace falta.