Un concierto intenso, atravesado por diversas emociones y que dejó en el resultado, a una familia artística entera y feliz, junto a su público. El Dúo Mixtura y su clan, de primos, hijos, hermanos y amigos, compartieron e el escenario del Teatro Sarmiento, un momento único, mágico e irrepetible, en el espectáculo bautizado ‘Una familia de artistas’. El show abrió con la presencia de la pareja musical junto a sus hijos, Luisa (17) y Julián (14), -apodados por ellos mismos ‘Los Mixturita’- que interpretaron ‘Si me voy antes que vos’ de Jaime Ross, acompañados por la banda estable integrada por músicos de primer nivel: Tito Medina (bajo y bombo), Cristian Jorquera (teclado), Willy Herrera (guitarra eléctrica) y Emanuel Rodríguez (batería). En un bloque especial, el padre de Pierina, Juan Carlos Ciallella, dio un mini-recital en piano, con un segmento de música de películas, con la interpretación de bandas sonoras clásicas como ‘Cinema Paradiso’ y ‘Body and soul’. En uno de los temas preferidos de su padre, Pierina se animó a acompañarlo, cantando en inglés por primera vez. Uno de los momentos especiales fue cuando Marcelo Bartolomé cantó la zamba ‘guitarrero’ de Carlos Di Fulvio, un autor importante en la vida del músico, ya que fue un gran amigo de su tío José, quien le regaló su primer guitarra siendo adolescente. En este bloque, con el bombo de Tito Medina, Pierina intervino, recitando una poesía de Hamlet Lima Quintana.
‘Indivisible’ fue el tema inédito de autoría familiar y a partir de ese momento, inició la etapa más fuerte y más intimista de toda la noche. Así vino el tema ‘Diamante’, el tema dedicado a la memoria de Nicolás (Nikito), el hijo menor que fallecido hace más de un año; seguido después por ‘La vida es bella’ cantada por la madre de Pierina, con acompañamiento coral. Finalmente, el broche de oro para el encuentro fue ‘El amor puede salvar’, del Dúo Orozco-Barrientos en el que toda la familia se despidió abrazada y emocionada. Cuando terminó la actuación la pareja descendió del escenario a abrazarse con sus seguidores, amigos y parientes. Algunos de los protagonistas trataban de contener las lágrimas del otro lado del telón, pero con la ovación de toda la platea, resultó inevitable resistir.