
¿Que viejos son los trapos? Esa frase les va como anillo al dedo a una veintena de adultos mayores que promedian los 80 pirulos y forman Papelnonos, programa que tras su fundación en San Juan en 2001 vuelve a tener carácter oficial desde su inclusión en el cronograma de cursos del Teatro Sarmiento resignificando a la tercera edad. "Somos viejos, tenemos nuestras ñañas pero no hay mejor cosa que bailar y cantar, cuando estamos bien y cuando pinta el bajón. Aprendimos que ser ‘viejos’ no es el fin del mundo", dijo Adela Pochi, de 78 años. En 1997, ella viajaba con su marido en una combi, chocaron, fueron a un barranco y cayeron unos 36 metros en Pedernal; su esposo Washington Carbajal perdió la vida y ella se salvó pese a la gravedad de sus heridas. Si bien la tragedia le pegó con fuerza, esta movida la hizo renacer. "Llena de clavos, por todas partes", como dice, hace 17 años se sumerge con pasión en sus instrumentos construidos con cartón y papel que no suenan por sí mismos sino que proyectan sus sonidos vocales, para presentarse al público con coreografías y canciones.
"Esta es una organización cultural, educativa y social porque nosotros llegamos a viejos y, ¿qué hacemos? Estamos tristes, en soledad… Esto nos da alegría, hace a la vejez; la vejez no puede estar encerrada, mirando television o tejiendo", es la reflexión de Adela sobre el encuentro que desde su origen coordina ad honorem Cristina Martín.

a un precipicio en 1997, es una fiel participante.
Con el mismo gusto, Elba Cáceres y Alcides Roberto Campos asisten todos los martes -día de reunión- al foyer de la sala. Ambos atravesaron "momentos difíciles", ya que sus parejas fueron parte del grupo hasta que fallecieron.
Elba se integró con su esposo y vivieron gratos momentos, desarrollaron talentos que "no sabíamos que teníamos" y, ahora, esos recuerdos le dan fuerzas para despuntar el vicio con su mejor sonrisa.
Por su parte, Alcides tiene muy en carne viva la ausencia: "Entré por mi esposa 8 años atrás. Yo la traía y la buscaba hasta que me convencieron de quedarme y vinimos juntos hasta hace 5 meses que murió. Hoy, continúo como si ella estuviera acá", dice conteniendo la tristeza pero agradecido de sus compañeros "que estuvieron todo el tiempo".
Para Yolanda Jaime, autora de cuentos infantiles y poemas, el grupo fue "sanador". Yolanda se agregó porque tenía a su marido con cáncer y un avanzado Mal de Alzheimer. "Mi vecina me invitó cuando recién empezaba a funcionar y noté que me cargaba de optimismo y pude ayudarlo a él y hacerme bien a mí, él pudo vivir 5 años cuando le habían dado 9 meses", reflexionó quien hoy supera su viudez con esta actividad, donde se encarga de componer los temas y adaptarlos a ritmos del momento o de viejos tiempos.
"¡Yo soy la más viejita del grupo, con 88 años! Ahora me estoy aislando un poco porque no escucho bien", manifestó Dorita Salinas. Considerada una "joyita" de Papelnono, es otro de los miembros fundadores al igual que Genoveva Garro, María Isabel Gómez -que asiste puntualmente recién operada de la rodilla- y Enrique Godoy que toma este proyecto como un "recreo", después que su mujer tuvo que renunciar a seguir yendo en 2017, debido a su enfermedad.

O bien como Isabel Martos, que está solita desde que se divorció: "Cantar, bailar… me ayuda a todo, si no estaría en casa todo el día", relató. Ella va con su hermana Paquita para quien, en cambio, los ensayos son útiles para olvidar "la rutina": "¡Hay que estar todo el día con un viejo jubilado!" dice a modo de broma, tras sufrir un ACV que le ocasionó problemas de audición, pero ahí está moviéndose al compás de boleros, tangos y temas tropicales.
"Esto es un bálsamo, te llenás de energía, sobre todo, cuando uno se deprime. Me separé hace como 50 años y nunca más formé pareja, ya lavar cosas de hombre nunca más (ríe)", señaló Haydeé Fernández, que en 2010 se integró a la agrupación.
Algunos se engancharon por pasión y otros por terapia. Unos perdieron a su pareja, unos viven solos y otros tuvieron que superar terribles tragedias; pero, un día a la semana, todos se concentran en los cuadros que armaron con la "profe", en hacerlos una y otra vez para no olvidarse.
"Actuamos en tantos lugares de acá, en tantas provincias…". "¡Tenemos tantas anécdotas de nuestros viajes a los distintos encuentros de Papelnonos del país que pagamos de nuestros bolsillo!", agrega Adela, que confiesa no intimidarse cuando hay que subir a escena dentro o fuera San Juan, incluso cuando cantaron en el Congreso porteño, siempre sin fines de lucro, solamente por "amor al arte".
"Teniendo alegría, ni remedios hay que tomar", versa una de las letras que escribió Yolanda. Es que, si en algo coinciden, es que "plantarse" en un escenario "rejuvenece el espíritu" porque: "Recuperamos las ganas, nos sentimos importantes; todo eso y más, cuando la gente nos aplaude", confiesan satisfechos de sus logros.
continuarán este mes y en junio, según su profesora Cristina Martín. Presentarse directamente ese día. Para consultas, dirigirse por mail a la dirección: teatrosarmientotalleres@yahoo.com.
Jorge Strada, psicólogo, escritor, músico, autor y compositor, es el creador de Papelnonos, además de ser fundador de las Bibliotecas de Música Honorio Siccardi y Astor Piazzolla de Mar del Plata. Lo que surgió como un taller de construcción de instrumentos musicales con papel destinado a un grupo de adultos mayores en 1989, se convirtió en un programa social. Durante 2000 y 2001, el proyecto dio como resultado la creación de una red de alcance nacional.
En la actualidad, existen 65 formaciones en diferentes ciudades de provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones, Chaco, Tucumán, Jujuy, Mendoza, La Pampa, Santiago del Estero, Santa Cruz y Tierra del Fuego, entre otras; y también en el exterior, en Chile, Costa Rica, México, Ecuador y Australia. Sus presentaciones son en jardines de infantes, colegios, universidades, centros culturales, teatros, residencias geriátricas, entre otras instituciones.
En San Juan, los primeros pasos fueron con el plan La música y la palabra con Cristina Martín, la Lic. en Animación y Motivación Gerontológica, que estudió en España entre 1998 y 2000, y cuando volvió a San Juan fue contratada en el Hogar de Ancianos donde luego de un año de trabajo viajó a Mar del Plata para registrar a su grupo en el circuito de los Papelnonos y hacer foco en lo que llaman "teatro musical".
(créditos Fotos Marcos Urisa)
