Ya  pasó un año y medio desde que Matías Alé sufrió su brote místico. Hoy el actor está fuerte y agradecido con lo que le pasó y cómo se encuentra transitando este presente, fuerte y esperanzado con lo que se viene.

 

"Tenía miedo de venir. Es que ahora las cosas me dan miedo, antes podía hacer cualquier cosa, andar a 200 kilómetros por hora en moto, bajarme de ahí, subirme a un avión, tomar un remis de acá para allá y nada me daba miedo. Después de mis episodios, el miedo me funciona como un límite", dijo.

 

De muy buen humor, Alé hizo un recorrido por alguno de sus amores y contó que su historia con Grecia Colmenares había sido muy tierna y que la actriz lo cuidó mucho. "Posiblemente todas mis relaciones terminaron por culpa mía, pero eso lo puedo ver ahora", contó muy sincero.

 

Hablando de la oferta que recibió para volver a se parte del Bailando por un sueño dijo: "Me convocaron, pero dije que no. No es bueno para mi salud. Y la verdad, me da bronca que me convoquen para el bailando y no para actuar, que es lo que me gusta".

 

Y agregó: "Yo sé que tengo que demostrar que estoy bien, a productores, colegas, a todos. Tengo que mostrar que no soy un peligro".

Refiriendose al día que habló. vía telefónica, con Jorge Rial desde Córdoba contó: "Yo estaba hablando con vos en bata y pantuflas, convencido de que todo lo que tocaba lo bendecía. Bendije el agua de la pileta del hotel y les dije a todos que la podían tomar, que estaba bendita. Todo eso, mientras pensaba en construir el Arca de Noé", confesó entre risa.