En marzo pasado estaba previsto que inaugurara la temporada 2020 del Museo de Bellas Artes Franklin Rawson, con nuevas exposiciones que iban a quedar en cartel hasta mayo. Las obras que venían de Buenos Aires ya estaba en casa y se empezaba con el armado. Pero la pandemia de Covid-19 y las consecuentes medidas de aislamiento social pusieron una pausa obligada hasta ayer, cuando -bajo estricto protocolo y en el marco de las nuevas flexibilizaciones- el museo abrió nuevamente sus puertas. El estreno, sin inauguración oficial, llega de la mano de reconocidos representantes del diseño industrial: "La vida es dura pero no tanto", de Bondi, encabezado por Iván López y Eugenio Gómez, con curaduría de Edgardo Giménez; "Aura", de La casa roja espacio (de San Juan); y "Resistir", construcciones del mendocino Rodrigo Etem. "Va a ser de mucho impacto porque sale de lo clásico del arte. Es el diseño al servicio del objeto utilitario, con mucho corte artístico", había adelantado por entonces el director Emanuel Díaz Ruiz, quien se mostró entusiasmado por esta reapertura de puertas, bajo las normas sanitarias vigentes.
"La verdad que tomando perspectiva, es ponernos a la cabeza porque somos de los primeros espacios culturales que abren en el país, así que para nosotros es una gran alegría. Son muchos los cambios, pero creo que la gente va a volver a ocupar estos espacios, obviamente bajo las nuevas modalidades", expresó Díaz Ruiz, quien señaló que esta muestra permanecerá hasta noviembre.
La vida es dura pero no tanto. Grupo Bondi
"Llevan la producción industrial a los límites de la producción artística, fusionando arte, diseño y diseño industrial", al decir de Díaz Ruiz. Todo un juego para los sentidos son sus famosos bancos capitoné y sus "cementosos", donde simulan texturas que sorprenden al espectador. Además de estas piezas que reciben al público desde la explanada del museo, que adentro se distribuyen en islas de exhibición entre las cuales la gente podrá circular y que también juegan con el humor, hay algunos prototipos y otras instalaciones del reconocido colectivo.
Resistir. Construcciones de Rodrigo Etem
En el terreno del videoarte, el artista indaga en conceptos como aprender a la distancia, compartir conocimientos o atravesar un continente desde la pantalla. "Etem propone algo que se corresponde muchísimo con los momentos que estamos viviendo ahora, porque son videos tutoriales de procesos de producción de artistas, videos que hablan de este sistema de comunicación a distancia. Es muy actual", subrayó el director del museo.
Aura. La casa roja espacio
Nacida de la necesidad de conectar distintos universos poéticos que habitan el desierto, Aura reúne obras de integrantes de este colectivo local de productores visuales que debuta en el Museo. "Va a llegar al público a través de diferentes sensorialidades. Mapping, realidad aumentada, diseño, performance, pintura, instalaciones… es explorar espacios dentro de otro espacio", dijo Ruiz Díaz. Bicho, Horror al vacío, La casa de Tiburcio, son algunos de los títulos de estas atrapantes propuestas que irán mutando a lo largo del tiempo de la mano de sus hacedores.