Francesa de adopción pero nacida en Buenos Aires, Bérénice Bejo mantiene intacto a sus 35 años el acento argentino cuando habla en español. Pero su nombre rápidamente saltó a ser mencionada en los medios nacionales e internacionales, con muy buenas críticas por su participación en la película El Artista dirigida por Michel Hazavicious y nominada como mejor film en los Premios Oscar, cuya gala de premiación se realizará el próximo domingo (será emitida por TNT a las 22).

Entre las diez nominaciones que posee esta producción francesa que hace una mirada retrospectiva sobre el cine dentro del cine (toca la fibra más sensible de la industria cinematográfica con la crisis que significó la incorporación del sonido en un mundo dominado por el silencio), Bérénice figura en la terna como mejor actriz secundaria o de reparto, frente a las candidatas Octavia Spencer (Criadas y Señoras), Janet McTeer (Albert Nobbs), Melissa McCarthy (La boda de mi mejor amiga) y Jessica Chastain (Criadas y Señoras).

Muy poco se sabe del currículum profesional de esta joven franco-argentina, aunque es reconocida en Europa por sus trabajos actorales. Como así también, pocas personas conocen su pasado. Sin embargo, porta el apellido de un talentoso director argentino de cine independiente, Miguel Bejo.

Nació en 1976 y a los tres años, Bérénice Bejo se trasladó a Francia con sus padres escapando de la última dictadura cívico-militar en Argentina. Bajo la influencia de su padre, tomó clases de actuación. Su primera aparición en el cine fue en el corto Pain perdu (1993) de Tiéri Barié. A partir de entonces, la carrera artística se desarrolló con producciones como Meilleur espoir féminin de Gérard Jugnot (2000), Corazón de Caballero de Brian Helgeland (2001) y OSS 117: El Cairo, nido de espías de Michel Hazanavicius (2006), entre otras.

Ahora, en su papel de Peppy Miller junto a su compañero de reparto Jean Dujardin, su labor fue elogiada por los críticos de cine. Y para su sorpresa, dejó de ser desconocida para los medios.

Hasta el momento, no deja de recibir llamados y citas para notas periodísticas. A pocos días de la premiación, aprovechó para rendirle los agradecimientos a su padre: "Ir al Oscar, para mí, es devolverle a él algo de todo lo que me dio. Lo voy a llevar conmigo a la ceremonia", dijo la actriz para diario Clarín. Además, en otras declaraciones a la prensa, manifestó que tiene muchas ganas de trabajar en producciones nacionales. "Me encantaría trabajar con Campanella, con Ricardo Darín y con Soledad Villamil es una actriz extraordinaria, hermosa, excesivamente hermosa", publicó Perfil.