20 años habían pasado desde su última actuación en San Juan (en la década del ’80 en el Estadio Cantoni), así que volver a tenerla en la provincia era todo un acontecimiento para sus admiradores. Y si a eso se le suma que ver y escuchar a una leyenda del folclore como Mercedes Sosa en la Fiesta de la Tradición era un largo anhelo a punto de hacerse realidad, alcanza para imaginarse la expectativa que se respiraba por esos días de noviembre 2006 en San Juan; y especialmente en el departamento norteño. Expectativas que quedaron más que cubiertas aquel sábado 18 (ya domingo), cierre de la 46ta edición, cuando la cantante tucumana que hoy cumpliría 85 años subió al escenario Tito Capdevila sobre la medianoche. Colmados, el Anfiteatro Buenaventura Luna y los cerros circundantes bramaron de la ovación en esa que sería su última vez en estas tierras, ya que falleció tres años después.
Arribar a ese momento no fue sencillo. "Diría que fue tremendamente difícil, primero porque ella ya no estaba bien de salud y además porque con un gran esfuerzo pudimos contratarla. Tuvimos la suerte de contactar a su hijo, que era su representante (NdeR Fabián Matus, fallecido en 2019) mucho antes de la fiesta y le empezamos a pagar en cuotas, la última fue cuando llegó a Jáchal. Todos los meses le girábamos una cantidad y así pudimos completar el cachet", recordó en charla con DIARIO DE CUYO el exintendente Franklin Sánchez, quien evitó revelar el monto, aunque según se publicó por entonces, rondaba los 50 mil pesos.
Mercedes llegó el viernes 17 por la tarde y se alojó en el Hotel Alkazar; y luego brindó una conferencia de prensa en la Biblioteca Franklin. "Fue algo místico. Todos esperándola. Se sentó al lado mío y me preguntó ‘¿Quién es usted?’. Le dije que era el intendente de Jáchal, donde iba a actuar, y me dijo que bueno, que quería saber nomás", contó Sánchez, quien rememoró que cuando empezó la conferencia, ella la paró con un muy serio "Momento, yo voy a hablar antes de que ustedes me pregunten". Entonces lamentó que hubieran pasado 20 años sin que nadie la trajera a San Juan. "¡Se mandó un discurso ‘La Negra’!: ‘Si no hubiera sido por este señor que se le ocurrió traerme, y le agradezco, capaz que yo no hubiera vuelto nunca más, porque ya estoy cerca de partir", dijo. "¡No sabés lo que fue ese momento! Después cambió el tono y contó que estaba muy contenta", contó Sánchez, que también pasó sus buenos nervios. Es que Mercedes iba a viajar a Jáchal al otro día en la mañana, porque estaba interesada en conocer la tierra de Don Buena, uno de sus maestros; pero amaneció muy frío. Cuando sobre las 11 el exintendente atendió el teléfono, Matus le dijo "Mirá, no sé si la voy a poder llevar a la mamá a Jáchal, hace mucho frío, no sé si va a poder actuar". Más helado que el aire, Sánchez le contó de la expectativa que había, le propuso que viajaran y que si no estaban dadas las condiciones, se le explicaría a la gente. Así fue y sobre las 16 hs se reunieron en comuna, donde "La Negra" dio su palabra de subir a escena. Para protegerla del viento, su hijo pidió una estructura de vidrio en el escenario. "Yo pensaba ‘¡¿de dónde sacamos vidrio ahora?!’. Estábamos en el Concejo Deliberante, miro y veo la mesa que tenía tres vidrios enormes, así que llamé a un herrero y le pedí un armazón para montarlos como una mampara. Ya era la noche, llevamos el aparato para arriba y cuando aparece Mercedes pregunta ‘¿Qué es eso?’. Le explicaron y dijo ‘¡Ustedes están locos, saquen esa porquería de ahí, ¿qué se piensan, que me van a meter presa ahí adentro?’. Así que le metieron como cinco ponchos, pesadísimos", reflotó Sánchez.
El espectáculo empezó con "Volveré siempre a San Juan" y fue una hora y media de respetuoso silencio, cerrados aplausos, sonrisas y lágrimas. La tucumana, de 71 años y recuperándose de una enfermedad que la mantuvo guardada hasta 2005, permaneció sentada en un cómodo sillón blanco, también del Concejo; y pese a sus achaques, estuvo radiante. Pero además hubo otro ingrediente muy emotivo: su invitación en camarines a Rolando García Gómez y a Susana Castro. "El maestro" -como le llamó al guitarrista a quien quería conocer, porque escuchaba un disco de Rolando que le había llegado a través de un amigo en común, Miguel Ángel Gutiérrez (presentador de Cosquín y conductor radial), que tenía una versión de la zamba "Si llega a ser tucumana" que el Cuchi Leguizamón le había compuesto a ella; y a quien "La Negra" le besó las manos cuando se lo presentaron- la acompañó en "Corazón", de Saúl Quiroga. "Siéntese amiga", le dijo a Susana para conversar un rato y luego le preguntó si se animaría a cantar un tema con ella, "Vallecito". Pero la jachallera le propuso "Por qué será que parece", de Buenaventura Luna; y entonces Mercedes le pidió que le pasara la letra al director de escenario. Ya en escena, mientras cantaban, Mercedes -que se definió "una atrevida" por interpretar al huaqueño- la llenó de elogios. Las dos invitaciones resultaron estupendas. Ambos recuerdan esa noche como de las más fuertes de sus vidas y coinciden en la generosidad de Sosa, la gran figura del cierre que -excepcionalmente, por disposición del director de Cultura Mario Echegaray- actuó antes del Fogón de los Arrieros, para no terminar tan tarde. Poco a poco fue entrando en calor. "Hace mucho frío pero tengo el corazón contento", expresó. Y ya sobre el final, se quitó algunas mantas, se paró y hasta se movió con la música. Memorable. Inolvidable. Mágico, Impresionante. Así describen este recital que terminó siendo "debut y despedida" de Mercedes en Jáchal, un encuentro que seguramente aquellas más de 10 mil almas volverán a recordar, especialmente hoy.