En dos noches consecutivas, quedó demostrado que los jóvenes de las Orquestas y Coros del Bicentenario, pueden superar cualquier adversidad. Fue un año conflictivo y extenuante para ellos (por el peligro de no poder continuar tocando ante un virtual desfinanciamiento), pero que al final de temporada, tuvieron su recompensa: el aplauso del público y el reconocimiento a su trabajo artístico. Los 500 alumnos pertenecientes a los 8 coros y 6 orquestas juveniles del programa de enseñanza musical -que depende del Ministerio de Educación de la Nación en conjunto con el Ministerio de Educación de la Provincia de San Juan- pusieron en marcha una mega muestra sinfónico-coral a todas luces, con el objetivo de decirle a la comunidad sanjuanina que todavía hay mucho por hacer y aprender. En la jornada del lunes y de ayer martes, la sala del Auditorio Juan Victoria fue copada por familiares, amigos y espectadores en general, acudiendo a un cierre del ciclo 2016 con mucha pompa, brillo y sobre todo la música, el gran motor para la inclusión y la transformación social que da sustento a este proyecto cultural. Con una performance digna de destacar, los chicos de los diferentes elencos de escuelas provinciales desarrollaron un recorrido sonoro por grandes obras de la música clásica, contemporánea, melodías populares y bandas sonoras de películas famosas. La primera noche fue el turno de los coros Risas del Sol, Cromatika, SIMJA, Jorge L. Borges, En Canto, Armonías del Sol, IntiZaha, Del Otro Lado y la agrupación MusiCAJ.
La velada tuvo piezas populares de ritmos latinoamericanos como ‘Sabor a mi’, ‘Quodlibet de la lluvia’, ‘Sube’ de Víctor Heredia, ‘Zamba a Monteros’, por citar algunas conocidas, entre villancicos, chacareras, tonadas cuyanas, carnavalitos, negro spiritual y fantasía brasilera. Para el cierre coral ‘Amapola’ de Juan Luis Guerra y ‘Oye como va’ de Celia Cruz fueron la frutilla del postre.
Ayer, fue el turno de las orquestas Diego de Salinas, Provincial de Santa Lucía, Centro Polivalente de Artes, Provincial de Rivadavia, Enrique Pestalozzi y Froilán Ferrero. Las palmas de los espectadores vibraban al ritmo de la cumbia ‘Pollera amarilla’, pero también se pudo disfrutar de una brillante interpretación de la ‘Cuyana Cosechadora’ de Bebe Flores; o la clásica sinfonía de Beethoven, Himno a la alegría; y no faltaron melodías tales como ‘Cinema Paradiso’, ‘La Pantera Rosa’, ‘Billie Jean’, entre varias obras.
Los elencos juveniles expusieron y compartieron a la platea la labor de todo un año. La profesora Analía Verónica González, referente provincial del programa resumió un balance de todo lo realizado hasta ahora: "los equipos musicales han participado de innumerables eventos importantes y presentaciones en las diferentes comunidades insertadas y pedidos realizados desde diferentes instituciones. Los resultados han superado positivamente las expectativas, logrando en muchísimos niños además de inclusión, reinserción escolar, mejora del autoestima, estimular vocaciones; y también, que muchos alumnos han decidido emprender estudios musicales como una carrera con visión laboral a futuro. Todo ello nos llena de orgullo", expresó la docente.
Además, agregó: "El trabajo de profesores y directores ha sido impecable, demostrando un nivel de profesionalismo y sobre todo de compromiso con la misión social que nos convoca a trabajar en este programa". Por último, confirmó que, mediante la gestión actual, el sistema de orquestas y coros continuará el año que viene "es la intención del ministerio (de la provincia) en ampliar el programa para dar posibilidad a más chicos".