Cada vez que Teatro Ciego trajo una propuesta artística, hubo ese pacto o acuerdo tácito entre el elenco y los espectadores. Un acto de entrega o más bien, un salto de fe en plena oscuridad. Porque para disfrutar de su propuesta, hay que abandonar la vista y poner a trabajar el resto de los sentidos. Esta vez, aunque se mantenga esa esencia, será diferente porque no habrá actores en vivo, sino voces y sonidos de forma exclusiva: la compañía hará un montaje sonoro total, en el cual el público será el co-protagonista de esta nueva historia que presentará el próximo fin de semana en Sala Z.
‘Sapo de otro pozo: un vuelo a ciegas’ es el título del espectáculo que tendrá como novedad un sistema tecnológico inmersivo en 360º que dará una experiencia envolvente a los espectadores, utilizando auriculares especiales. La historia se desarrollará como si la platea fuera testigo de toda la acción teatral, mediante estímulos auditivos, aromáticos y táctiles. La pieza plantea una historia de amor que narra dos viajes de Alberto, un músico argentino ciego: el primero, cuando regresa al país después de haber vivido en Nueva York durante 40 años. El segundo es el viaje por los recuerdos de su vida, con remembranzas de su infancia en su casa familiar, su adolescencia, su primer amor, el exilio a Estados Unidos y su búsqueda contante de la libertad entre dos ciudades como Nueva York y Buenos Aires. En estos dos escenarios imaginarios, los espectadores tomarán el lugar de los pasajeros dentro del avión. Como la obra fue pensada y adaptada en tiempos de pandemia, el espacio se organizará por burbujas separadas entre butacas, pero no habrá actores en vivo, por ello, el montaje sonoro cumplirá un rol fundamental. Y, sobre todo, las voces principales de Charo Bogarín y Juan Palomino, junto a un gran elenco de intérpretes y la música original de Mirko Mescia, Facundo Bogarín, Leonardo Macchione, Roberto Cáceres y Andrés Jiménez.
Paula Cohen Noguerol, miembro de la compañía Teatro Ciego, habló con DIARIO DE CUYO respecto a esta nueva propuesta multisensorial: ‘Las actuaciones de Charo y Juan, fueron excelentes. Antes habíamos contado anteriormente con Charo en 2019 cuando hacíamos el ciclo de Cantoras a ciegas. La relación entre ambos es muy buena, porque son grandes artistas que aportaron una calidad actoral, la calidez de sus voces y el vínculo que hay entre ellos porque en la vida real son pareja y a la vez interpretan la historia de amor en la obra. Entonces generaron mucha magia en el relato y se comprometieron mucho con el proyecto’, contó
El espectáculo dirigido por Martín Bondone viene sostenido, además, por la coproducción de Teatro C y Cuchame Co, que pertenecen al circuito Off-Broadway de Nueva York. Por otro lado, la obra -desde un lugar no tan solemne- expone los sentimientos, compromisos políticos y frustraciones de una persona ciega; y cómo son sus vínculos familiares y sus entornos sociales. Y de apoco se develan ciertas pistas sobre el pasado del personaje. Como explicó Paula, ‘esta técnica permite no usar escenografías visuales, pero sí construir imaginariamente espacios escénicos con lenguajes cinematográficos, cortes de espacio-tiempo muy fugaces. Porque en un momento, se siente estar dentro del avión y de repente hay saltos de flashback a la casa de la infancia de Alberto, todo contado con una voz en primera persona y eso hace que la historia gane mucha riqueza’. Y añadió: ‘Es una puesta bastante disruptiva, eso hace que el público este más dispuesto a entregarse a la experiencia y ponga mayor atención en todo lo que está pasando, si usar el sentido de la vista. Además, es una historia que rescata mucho lo humano, las limitaciones sociales que hay para una persona con discapacidad, y para otros contextos, tiene una historia de amor que siempre cautiva’.
Como propuesta cultural, Teatro Ciego fue evolucionando en sus producciones y ganó con los años un crecimiento y una diversificación de formatos y producciones que no solo se tradujo en puestas teatrales, también en shows de magia, espectáculos infantiles, conciertos musicales y otros eventos especiales, con equipos artísticos integrados por personas con y sin capacidad visual. ‘La verdad que se amplió mucho nuestro horizonte artístico y prácticamente superamos los propios límites, animándonos a experimentar con nuevas tecnologías, nuevas técnicas para crear valor y sensibilidad en producciones de calidad para la gente’, resumió Paula. Una historia diferente para experimentar el nuevo espectáculo teatral con el que la compañía continúa sorprendiendo.
- DATO
Sapo de otro pozo, un vuelo a ciegas. El jueves 2 y viernes 3 de septiembre a las 20hs. en Sala Z (Pedro Echagüe 451 oeste). Entradas: $1000. Anticipadas en boletería y en: teatrociego.boleteria.online