Ex Illya Kuryaki junto a Dante Spinetta, dúo promotor de hits como Abarajame y Jaguar House con los que aterrizó en San juan en julio y septiembre de 2016, Emmanuel Horvilleur pega la vuelta mañana para subir al Teatro Sarmiento. Buscador incansable, interpretará el material de Pitada, un trabajo audiovisual compuesto por canciones inéditas y diez clásicos reversionados.
"Va a haber calor Kuryaki y algún tema saldrá con los sanjuaninos. Fue mucho tiempo sin salir y sin hacer música’, manifestó el cantautor a DIARIO DE CUYO sobre la producción que trae en formato "full band’ junto a un equipo conformado por Andrés Cortés en guitarras, Mariano Domínguez en bajo, Sergio Verdinelli en batería, Carlos Salas en percusión y Edi Dimmer en teclados. Sus orígenes, la novedad de filmar en la naturaleza y la música comercial, son algunos de los temas que abordó de manera descontracturada, al igual que la polémica entre el rapero René Pérez y el reggaetonero J. Balvin, que sigue sumando voces tras la sesión que el puertorriqueño le dedicó junto a Bizarrap, ahondando en el concepto de que su música es "un carrito de hot dog’, como le dijo tiempo atrás.
– ¿Opinás que Pitada es la consecuencia de una indagación constante?
– Nunca había hecho esto de grabar música al aire libre y fue muy grato descubrir que técnicamente era posible y encima quedaba lindo con el ruido ambiente de pájaros y grillos, la música de la naturaleza. Cuando se puso más laxa la cuarentena, ya podíamos juntarnos al aire libre pero el protocolo en los estudios era muy rígido. Entonces, la naturaleza nos fue guiando. Primero, la idea fue hacer un ensayo, luego eso fue creciendo, llamamos a un técnico que vino con sus micrófonos y su estudio móvil y a unos cámaras profesionales. y lo que tenía un origen humilde se fue convirtiendo en una pequeña película.
– ¿Por qué recuperar temas más antiguos?
– Se dio muy natural. Algunos como Tu estado, del disco Mordisco de 2007, no estaba acostumbrado a tocarlos y me gustó volver a hacerlo. Es tratar de hacer un equilibrio entre las canciones más conocidas, algunas nuevas y otras que no se tocaban. La idea fue hacer una edición desde distintos ámbitos con dos canciones nuevas: Cosa loca, que surgió en los días en que se podía grabar en la naturaleza y yo había grabado en una nota de voz anteriormente; y Pitada que hicimos cada uno desde sus hogares y fue la que elegimos como nombre. A veces, las cosas se van acomodando mágicamente. Tiene mucho de mí y de todos nosotros, del proceso en grupo y de haber estado en una crisis sanitaria terrible. Este trabajo es una manera de sanar y cerró por todos lados.
– En medio de tu carrera solista, posteaste una postal con Dante en Instagram que dio lugar a especulaciones. ¿Hay una posible reunión?
– Fue volvernos a ver. Hablar de nosotros y tener más que nada una reunión de trabajo con la idea de hacer un documental de acá a un tiempo.
– ¿Qué representó Illya para vos?
– Entre los "90 y los 2000, Illya representó todo para mí, desde desarrollarme como persona hasta mis primeros pasos en la música.
– ¿Está previsto para este año?
– No, este año no porque hay que revisitar, investigar, volver hacia atrás… Y hay que hacerlo tranquilos.
– ¿De qué manera vas a revivir estas escenas?
– Seguro que surgirán un montón de cosas en donde también veremos cómo cambiaron nuestras vidas, la sociedad y la música. Cuando nosotros salimos en el "90, nuestro disco salió en vinilo y era de los últimos en salir en ese formato en una época en la que ya arrancaba el cd. Ahora, a más de tres décadas, el cd. ya es una cosa antigua. Ha cambiado todo. Con esta vuelta para atrás también vamos a ver como era hacer hip hop en esa época cuando era una música más alternativa y no comercial como hoy.
– ¿Cómo recordás tus inicios?
– Arrancamos casi sin saber tocar instrumentos. Nos gustaba rapear y escribir nuestras letras pero recién ahí aprendimos a tocar. Illya fue mi escuela, mi universidad y mi primer trabajo. De aquella época, queda Sergio Verdinelli, el primer batería que conocimos cuando teníamos 16 años; y Carlos Salas y Mariano Domínguez, de la segunda etapa.
– ¿Qué opinás de la puja entre Residente y J. Balvin?
– Sé que René usó unas sesiones de Bizarrap para dedicarle un tema. Respecto a lo que dijo, hace unos años mencioné algo parecido cuando dije que escuchar reggaeton todo el día era como hacer que tu dieta básica fuera comer un pancho con lluvia de papas. Me tiraron duro también pero estamos en un tiempo en el que algunos se ven muy cómodos con un tipo de música y quedarse con un género es muy aburrido, por eso lo dije. Hoy muchos artistas suenan muy parecido entre sí.
– ¿Por qué?
– Es parte de la globalización. Tal vez, algunos músicos sienten vértigo de probar diferentes cosas. A mí, me gusta escuchar gente que se destaque, que tenga un ritmo propio.
– ¿Influye lo comercial?
– Lo comercial manda por encima de lo artístico, a veces. Es un problema porque tiene que haber un gusto por la música, lo comercial vendrá después, aunque hay gente que logra hacer carrera adecuándose a estos parámetros. No los critico pero si tuviera que hacerlo no podría. Me formé viendo a Spinetta, Fito, Soda Stereo, que tenían su mundo propio. Para mí, la gloria se alcanza de esa manera.
– ¿Resultado de ese fenómeno sería L-Gante, por ejemplo?
– Me parece que es un artista que tampoco se puede analizar tan fácil desde el plano musical porque se transformó en algo que a pocos artistas les pasa: convertirse en un ícono popular. Acá, la música pasa a segundo plano, él tiene un swing del barrio, de la calle y mucha gente se siente identificada.
– ¿Creés que es un producto de moda?
– Tal vez lo sea ahora y después se convierta en un clásico como La Mona Jiménez. El pibe tiene su manera de cantar y en un futuro tendrá que seguir demostrándolo.
Realizado por Feliz Agencia, el show será mañana a las 21.30 en el Teatro Sarmiento (Alem 34 norte). Los tickets varían entre los $2000 y $4500, en www.entradaweb.com.ar y en boletería de la sala ese día