Si bien en los últimos años el cine argentino ha dado muestras de calidad y convocatoria (no siempre de la mano), hoy son dos las películas que saltan de la boca cuando se habla de éxitos de taquilla de la industria nacional: Una, de cajón, El secreto de sus ojos, la ganadora del Oscar que hoy se estrena en Estados Unidos (ver aparte). La otra, la flamante Dos hermanos, que en esta segunda semana de exhibición ya se consagró como la película más vista en todo el país, siguiendo los pasos de su antecesora y desbancando a varios monstruos de Hollywood. Pero además, y en paralelo, ambos títulos nacionales se ensamblaron en un verdadero fenómeno de convocatoria, donde el dato distintivo es el escaso tiempo que pasó entre la salida de una y de otra, apenas 7 meses.

El Secreto es la película argentina más vista desde 1974, cuando Nazareno Cruz y el Lobo (de Leonardo Favio) reunió la friolera de 3,5 millones de almas (cifra que hasta el momento nadie ha podido superar). Y por cómo se está moviendo, y aún cuando está dando sus primeros pasos, no son pocos los que se atreven a vaticinar una suerte similar a la de El Secreto… para la historia filial que protagonizan Antonio Gasalla y Graciela Borges, claro que esta vez no hubo que esperar tanto.

Aunque muy distintas entre sí, ambas se han convertido en dos tanques de la industria argentina, que han vencido incluso a megaproducciones hollywoodenses que desembarcaron en el país, no sólo con grandes pretensiones, sino también con un presupuesto y una cantidad de copias notablemente mayores, que en este último caso permite abarcar más salas y ciudades y tenerla más tiempo en cartel (no necesitan levantarla para mandar la cinta a otro lugar). Este es el caso, -por ejemplo- de Alicia en el país de las maravillas, la máquina pergeñada por Tim Burton que todavía hace roncha en algunas salas (incluida la de la provincia).

Tanto el drama policial romántico de Juan José Campanella (que en San Juan ya bajó de la cartelera comercial, pero todavía puede verse en el ciclo de cine gratis de la Biblioteca Franklin) como la comedia dramática de Daniel Burman (que aún no tiene fecha de estreno en la provincia), lograron como pocos pares sacar de sus casas a los argentinos -cinéfilos y no tanto- y movilizarlos en masa hasta los cines, sin esperar a ver el film en la comodidad de sus sillones (una costumbre que vino de la mano de los VHS y los DVD).

De este modo, y a tono con su contemporánea, es muy probable que Dos Hermanos también pase a integrar la lista de sucesos cinematográficos argentinos, que en pleno siglo XXI siguen encabezando producciones de los "70: Nazareno Cruz (1974), seguido por El santo de la espada (1970, 2,6 millones de espectadores), Juan Moreira (1973, 2,5 millones) y Martín Fierro (1974, 2,4 millones). Dato interesante al margen, sólo una de las cinco más vistas en la historia del cine vernáculo -la quinta, El Secreto, y que lo ganó- estuvo entre las seis nacionales que llegaron al Oscar.