Ella podría ser la versión humana y musical de la famosa gatita nipona que conquistó el mundo. Es cordobesa, se llama Coki y patrulla su territorio desde el ronroneo mimoso, la impaciencia labial y el histeriqueo mediático. Al menos, la cantante nuevamente coqueteó con el Cabezón y endiosó los números de Bailando: llegó a 34 de rating, con promedio de 31.8 (fue lo más visto del lunes y la medición más alta de las últimas 4 emisiones).
Es que la sensual amiga de La Mole Moli, reemplazó por segunda vez a Sabrina Rojas en la pista de baile y además de ¿defender? su lugar en el cuarteto, le cantó a su escurridizo enamorado Bésame y sumó puntos emulando a una porrista "cuerva". Sobre todo, logró lo menos pensado -o lo más deseado-. Sí, tanto clima excitante no sólo motivó a Marcelo a regalarle un baby doll y una bombacha con encaje -"para cuando te vayas a dormir", le dijo cachondo-, sino que además, ligó invitación de Ricardo Montaner -previa sugerencia del conductor y vía teléfono- para cantar a dueto la sugerente balada en en el Orfeo de Córdoba. Pero el "feliz" melódico se prendió al jueguito y agregó desafío: "Si vos querés que Coki cante conmigo, primero tenés que darle un pico. Dale un besito, que toda la Argentina está esperando", tiró cómplice. ¿Qué hizo el Romeo millonario? Lo de siempre: la dejó rasguñando las paredes y encrudeció un dilatamiento que atrapa al público y ensancha el culebrón. ¿Ella? Compensó el bache bailando y jugueteando entre Maxi Diorio y "Whiti".
Pero la corista del chileno Alberto Plaza (que estuvo con él de gira por Colombia el fin de de semana) no se pude quejar -sólo por su desgarro intercostal-. Su presencia en el certamen sigue en boga y eclipsó hasta los 7 sentenciados del duelo de ayer (con excepción de la Niña Loli que la rompió) -léase las parejas de Anderson, Granata, Zámolo, Mendoza, Chaves, Francese (que divirtió con su Casandra Hot) y Salazar (no disimuló su rictus facial por las bajas notas)-. Ni hablar de Fort. El millonario no logra recuperar el lugar arrebatado por Coki y su presente resulta un acertijo (como el homónimo villano que interpretó el lunes).
"Soy un malo en apariencia, pero la verdad es que soy bueno", tiró el chocolatero que ahora revive la malicia de comics y refrita su amor con Gallardo para opacar el carisma de su fémina contrincante.
En definitiva, el paracaidismo de la sexy castaña fracturó las suposiciones. Llegó un día sin aviso, sorprendió con talento -lo más llamativo- y capitalizó sus minutos de fama con voracidad felina. ¿Terminará conquistando a Marcelo? Y…Hello Kitty tiene 7 vidas y viene muy calcificada.

