"Hoy Caracas! último show de este tramo", fue el mensaje que apareció en su cuenta de Twitter hace dos años, antes del recital que brindó aquel sábado 15 de mayo por la noche en Venezuela; y cuyo final marcó el comienzo de la pesadilla. La primera noticia oficial daba cuenta de una "descompensación" e incluso hablaba de recuperación. Nunca pasó. En medio de una inquietud generalizada, se supo que Gustavo Cerati (que en agosto cumplirá 53 años) había sufrido un extenso ACV (con daño severo en hemisferio cerebral izquierdo y tronco cerebral) luego del espectáculo y que había entrado en un coma, del que aún no sale. Conmoción y dolor. Y en medio de la larga oscuridad, la luz que irradia su madre.

"Sus signos vitales suben cuando le hablo. Hay veces que le ponemos la música que a él le gusta y mueve la cabeza de un lado a otro. De aspecto físico está excelente. Está bien el color de su piel, su pelo, falta sólo que despierte", le dijo días atrás Lilian Clark a Perfil, contagiando entusiasmo a la par de la cautela de los médicos y muy lejos de quienes piensan que sería mejor dejarlo ir. Antes se había mostrado igual de optimista en declaraciones a DiarioVeloz: "Hay una evolución, son cosas pequeñas que vemos nosotros", expresó. "Él escucha, ya está comprobado, está absolutamente entero, fuerte, no abre los ojos, pero reconoce a quienes estamos a su lado", agregó la mujer, que aseguró ni siquiera haber pensado en la posibilidad de la "muerte digna".