Juanito Laguna, un niño pobre, dormía todas las noches en un basural. Él soñaba con ser astronauta, pero que se ganaba la vida recolectando residuos en las calles. Pero no era un pobre niño, "porque tiene sus ojos cargados de porvenir", dijo el propio Antonio Berni quien lo plasmó en sus obras junto a Ramona Montiel, pensando en los cientos de niños que el artista encontró en las villas de chapa y cartón de la ciudad de Buenos Aires. Uno de sus personajes más icónicos -construido con materiales de desechos- es una crítica a esas ilusiones perdidas en una sociedad de consumo y de una enorme desigualdad e inequidad, respecto a grandes riquezas acumuladas en pocas manos. Inspirados en Juanito y en el trabajo del célebre artista plástico argentino, unos 135 chicos sanjuaninos participaron en la cuarta edición del Concurso Anchipuras es Cultura. El certamen, que convocó a niños de 5 a 12 años de edad, tuvo como propósito incentivar la creatividad en la pintura, la imaginación y el compromiso por el cuidado del medio ambiente. De este certamen, resultaron ganadores en primer lugar, Jerónimo Gustavo López (de 9 años), segundo premio para Micaela Abigail Ríos (de 6 años) y Constanza Mercado (de 9 años) en tercer orden de mérito.
Los chicos, llenos de satisfacción, charlaron acompañados de sus padres con DIARIO DE CUYO sobre cómo trabajaron. Jerónimo vive en Iglesia, y va a la Escuela Yapeyú. Su trabajo consistió en el retrato y se acercó mucho a la obra original de Berni. Trabajó con témperas e hizo collage con recortes de papel de diario y de revistas. "En la clase de plástica, la seño nos avisó del concurso, todos participamos. Estoy acostumbrado a que en los concursos se puede perder o se puede ganar", relató el pequeño artista, que cuando se concentra en lo que quiere, no suelta el pincel y puede pasar horas pintando: "No hice el dibujo por el premio, quiero ayudar a enseñar a que se cuide el planeta. Me puso feliz terminarlo y enseñar que debemos cuidar el planeta", dijo Jerónimo. Micaela, por su parte, va a la Escuela Antonio de la Torre. Curiosa e inquieta, buscó muchos elementos naturales como hojas secas, ramas y también recortes de papel. Pero cambió el enfoque y pintó a Juanito durmiendo sobre el lomo de un monstruo, "Berni fue un señor que buscaba basura para hacer obras de arte y eso me ayudó a poder pintar. Me puso muy contenta hacerlo y tenemos que cuidar el ambiente, no hay que tirar más basura y ensuciar la naturaleza", dijo la pequeña rawsina que, si bien es más tímida, se expresa mucho más con el pincel.
Constanza va al Colegio San Agustín, ella se enteró del certamen por recomendación de su hermana mayor, se anotó y participó también con su obra realizada en collage: "Miré lo que hizo Berni, en cómo pintó a Juanito en la ciudad, me gustaron los azules, los marrones y los amarillos, así que me puse a hacerlo en la mesa del comedor. Destruí un libro de primer grado, lo convertí en pedacitos de papel para hacer la pintura y le di a mi papá en su cumpleaños una botella donde junté todas las cosas que se pueden reciclar. Desde tapas de mayonesa, hasta papelitos. Así armé la pintura. Pensé que no ganaba, de todas formas siempre me sentí ganadora con solo participar. Fue una linda sorpresa".
El papá de Jerónimo, Cristian López, contó que hubo un "antes y un después" durante la experiencia compartida con su hijo: "Lo bueno de estos concursos es que los motivan mucho para el arte, a que desarrollen su imaginación y sentimientos. Se entregan totalmente con el arte y el ambiente. Que los chicos nos enseñen que no debemos tirar papeles al piso, es propio de una cultura que ya llevan muy arraigada". La mamá de Micaela, Emilce Macarí, es estudiante de artes visuales y gran parte de la familia está involucrada con las artes plásticas y la música: "Mica tiene una intriga especial, explora y pregunta quienes son los artistas y como se pasa todo el día pintando mándalas y monstruos, tiene una imaginación que a nosotros como adultos nos cuesta mucho. Debería haber más de estas actividades que estimulen a los niños a aprender del arte", opinó. Finalmente, Carina Correa, mamá de Costanza, manifestó que acompañar a los chicos como padres ayudó a desarrollar, en su caso, paciencia, pero también compromiso y responsabilidad con la obra: "Mi marido tuvo covid y quedamos todos aislados en casa, pero a pesar de los problemas, Constanza se mantuvo concentrada todo el tiempo en terminar su trabajo". Los premios entregados fueron 10 mil pesos para el primer lugar, el segundo lugar, un viaje para dos personas a cualquier punto del país y 5 mil pesos para el tercero.