Mediodía del jueves en la sala del Auditorio Juan Victoria. Aunque vacías estaban las butacas, el escenario estaba colmado de artistas e instrumentos musicales. Había un silencio absoluto, casi sagrado… es que la concentración debía ser total. Sin interrupciones, ni ruidos extraños. Ni siquiera era bienvenido el sonido de obturador de la cámara fotográfica que trataba de captar ese momento. Sólo debía escucharse la orquesta, junto a al piano de cola, en perfecta armonía. Todo debía fluir, de cara al concierto de esta noche; y es por eso que el director ajustaba todos los detalles y daba instrucciones precisas, por ahí algunas correcciones a los músicos de viento, en otros tramos a los violinistas. Mientras tanto, el pianista aguardaba concentrado su momento, y cuando llegaba, se podía apreciar su talento interpretativo de la misma manera que luce en un recital a sala llena. La jornada de ensayos fue intensa, sin lugar a distracciones. Y ya en esa previa se podía palpar el nivel que tendrá este espectáculo. Es que el solista del concierto de esta noche, y estrella de la función de Mozarteum filial San Juan, es nada menos que Bruno Gelber, el aclamado músico que interpretará dos conocidas piezas para piano y orquesta, las Nº 1 de Pyotr Ilyich Tchaikovsky y Nº 3 de Ludwig van Beethoven. Y el detalle, nada menor por cierto, es que lo hará por primera vez junto a la Orquesta Sinfónica de la UNSJ, bajo la batuta de su admirado Pedro Ignacio Calderón, que durante muchos años ha sido el director de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.
Luego de finalizada la sesión, tanto Calderón como Gelber -que se conocen hace años- intercambiaron algunas palabras sobre lo trabajado hasta el momento. Apurado por el poco tiempo disponible, aunque gentil, el director entrerriano comentó a DIARIO DE CUYO su satisfacción con el trabajo que se estaba haciendo y con los resultados.
"Resulta que la música de Tchaikovsky es sumamente compleja, pero estamos muy bien trabajando con Bruno, ya que es un pianista experimentado. Él ha interpretado infinidad de veces esta obra y requiere de un trabajo coordinado para amalgamar la orquesta y la acción del solista", comentó la batuta; quien se explayó sobre la obra del compositor ruso, que ambos conocen a fondo. "Es un autor que aporta una significativa belleza melódica a sus notas, entonces requieren de mucha expresión y apasionamiento en la manera de ejecutarlas. Siempre ha tenido tanto éxito en el mundo, por la energía que transmite cuando se la escucha", dijo Calderón, descontando la pericia de Bruno. "Tchaikovsky creó una de las obras más populares de la música universal, hasta formó parte de las bandas de sonido de muchas películas. De su repertorio, esta pieza que escuchará el público, tiene mucho ardor, mucha pasión, sentimiento romántico y carisma", agregó Bruno una vez finalizado el ensayo.

