Después de ocho temporadas, Game of Thrones llegó a su final. Hace otros tantos años que una sola pregunta recorre la mente de los espectadores de la serie inspirada en los libros de George R.R. Martin y esa pregunta tuvo su esperada y sorpresiva respuesta este domingo, con el final de la serie de HBO ¿Quién se quedó con el Trono de Hierro?
Desde los primeros capítulos, que se emitieron en 2011, a la fecha, las fichas de cada Casa real de Westeros y de cada aspirante al poder se fueron moviendo por diferentes casilleros, pero nadie terminaba de convertirse en ganador. Cuestiones de herencia, de riñas pasadas, de engaños, de falsos herederos atravesaron este camino incierto, donde lo único que importaba era alcanzar o sostenerse en el poder.
Las apuestas eran muchas y sin embargo nadie pareció percibir que quien estaba más alejado de la lucha era quien terminaría siendo el responsable de reconstruir el reino. En un capítulo con muchas menos muertes, giros y sorpresas de lo esperado, Tyrion Lannister (Peter Dinklage) postuló un candidato como el nuevo rey de los -tras la independencia del Norte- Seis Reinos y todos coincidieron con él: Bran, el Roto (Isaac Hempstead Wright) sería el rey de Westeros. Pero no se sentaría jamás en el Trono de Hierro. Fue derretido en la furia de Drogon, tras la muerte de Daenerys Targaryen a manos de Jon Snow.
El menor de los sobrevivientes de la Casa Stark fue elegido como rey en un encuentro entre los señores y señoras sobrevivientes. No era fácil imaginar este final: el trono le correspondía a Jon Snow ( Kit Harington), hijo de Rhaegar Targaryen, por herencia, o, en su defecto, a Daenerys Targaryen ( Emilia Clarke ), hija de quien fuera conocido como el rey Loco. Mientras que l a mirada de estos últimos capítulos estuvo puesta en quién de estos dos personajes se quedaría con el trono, el desenlace final no encontró en ellos al vencedor. Tampoco en Sansa Stark ( Sophie Turner ) quien, con muchas más condiciones de estadista que su primo, terminó siendo la gobernante en el Norte y separándose del reino; ni en Cersei Lannister ( Lena Headey ), quien murió tras intentar conservar la corona hasta en medio del asedio producido por el fuego del dragón. Nadie pensaba ni imaginaba a Bran como un posible candidato.
Cómo fue el camino de Bran al trono
Bran fue el primero en sufrir las consecuencias de los secretos del poder. En los primeros capítulos de la serie de HBO fue arrojado desde una ventana por Jaime Lannister ( Nikolaj Coster-Waldau ) para ocultar el secreto de la relación incestuosa con su hermana Cersei. Para que no se conociera esta traición, Jaime lo empujó y Bran pasó varios días inconsciente. Su despertar fue sin recuerdos y, más allá de que se salvó de la muerte, quedó inmovilizado.
El camino de Bran fue largo. Tanto él como su hermano Rickon quedaron solos en Winterfell mientras el resto de su familia arrancaba la guerra contra los Lannister, luego de que estos decidieran condenar a la horca a Ned Stark, quien había descubierto la verdad sobre el incesto y por lo tanto, la identidad de los herederos de Cersei, que no eran Baratheon sino Lannister. A Bran lo trataron de asesinar otra vez mientras se recuperaba. Fue gracias a la ayuda de los pocos hombres que quedaba en el Norte y de Osha, una salvaje, que los dos menores de los Stark continuaron con vida incluso después de que Theon Greyjoy (Alfie Allen) traicionara a la familia que lo había adoptado.
Después de ese suceso, Bran empezó su cruzada hacia el Norte, donde se convertiría en el Cuervo de Tres Ojos. No solo tuvo que resistir el frío y los peligros sino que gracias a los hermanos Jojen y Meera Reed descubrió que sus sueños eran en realidad visiones y aprendió a trasladar su mente al cuerpo de su lobo, Verano, incluso llegó a "poseer" a Hodor, uno de sus compañeros de viaje, que lo trasladó durante el duro camino. Bran logró llegar hasta la cueva encantada y conocer a su predecesor, también a los Otros y a los Niños del Bosque. Del otro lado del Muro, Bran empezó con sus viajes al pasado para comprender el presente y también fue donde se enfrentó por primera vez al Rey de la Noche. Terminado su entrenamiento y con la ayuda de los Otros, Bran logró volver a Westeros y reencontrarse con sus hermanos. Pero él no era más Bran sino el cuervo de tres ojos, la "memoria del mundo", como lo llama Tyrion, quien se convierte en su más cercano consejero, nuevamente Mano del soberano.
Fue Bran quien, junto a sus hermanas, condenó a Meñique, también el que descubrió la verdadera identidad de Jon y quien ideó el plan para la batalla de Winterfell. A lo largo de esta última temporada, el joven Stark no había tenido mucho más protagonismo que ese y siendo "el que todo lo sabía" no pareció saber cómo evitar la destrucción de King´s Landing. Sin embargo, cuando Tyrion lo planteó como el claro candidato a convertirse en rey, él contestó: "¿Por qué piensas que vine hasta aquí?" A diferencia de los espectadores, siempre supo cuál era su destino y, por consiguiente, el de todos los demás.