Esta semana Roberto Pettinato anunció que denunciará a las mujeres que revelaron el acoso del que fueron víctimas. La sanjuanina Emilia Claudeville, quien el mes pasado denunció el maltrato del que fue víctima – así como lo hicieron Josefina Pouso, Fiorella Sargenti, Mariana de Iraolam, Mariela Anchipi- habló con DIARIO DE CUYO y además de ratificar sus declaraciones, aseguró que está preparada para dar batalla legal.
“Son declaraciones patéticas, de una falta de respeto enorme y muy penosas para este contexto. Sus palabras denotan su derrota y su desesperación. Escapar de la Argentina pensando que en algún país vecino “la cosa no será tan grave’ es subestimar todo lo que se está moviendo en nosotras, las mujeres, sin importar de qué país seas y todo lo que estamos consiguiendo’, apuntó Emilia sobre la intención del rockero de demandar a quienes lo acusaron y sobre la información de que Pettinato tendrá un programa en la televisión de Paraguay.
“Claro está que acá a ese señor se le cerraron las puertas. En este país, por lo menos en los medios, no trabaja más. Fuimos y somos muchas las que decidimos no callarnos más y ponerle palabras al acoso espantoso que sufrimos por parte del él’, agregó la modelo y actriz, que además dijo que tiene cómo responder si llega una demanda. “Respecto a cuestiones legales yo estoy asesorada y respaldada por demás, con abogados y testigos’ expresó.
El mes pasado la joven sanjuanina decidió contar cómo sufrió el trabajar en el mismo programa con Roberto Pettinato.
“A modo de chiste te tocaba, te chupaba el cuello, te apoyaba, te amenazaba… Es mucho más peligroso… Y esto causa gracia y vende programas’, dijo a este medio en esa oportunidad. “Hoy a la distancia, y al margen de que una pregone y practique el feminismo de toda su vida, veo que permitía esa relación, ese maltrato. Pero en ese momento yo no pensé que era la víctima… sabía que estaba pasando un infierno, porque pasé un infierno, pero pensé que mi postura de quedarme y de defender mi trabajo era mi manera de ganar la batalla. Él me amenazaba y me decía “yo no voy a parar hasta que vos llores en vivo’ y yo aguantando las lágrimas y diciendo lo que podía y resistiendo, pensé que ganaba…’ reflexionó.