Por segunda vez y nuevamente por la pandemia, la tradicional Gala patria organizada por el Gobierno provincial para celebrar el 211° Aniversario de la Revolución de Mayo será virtual.
En esta ocasión y en el año del centenario del natalicio de Astor Piazzolla, se eligió transmitir por streaming la opereta María de Buenos Aires, de Piazzolla-Ferrer- una producción propia del Teatro del Bicentenario estrenada en septiembre de 2018.
La cita es el lunes 24 de mayo a la medianoche a través de los canales de aire locales, donde primero se emitirá el Himno Nacional y luego el espectáculo de tango. No se informó hasta ayer si incluirá alguna edición especial para darle el tono patrio, que sí se vio el año pasado, porque se usó la Gala patria de 2018, cuando actuaron en el TB el Ballet Folclórico Nacional y la Camerata.
María de Buenos Aires es una ópera tango creada hace 53 años por Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, una de las más representadas en el mundo y fue el TB quien apostó a la producción propia de la pieza en su 50 aniversario en 2018. El espectáculo ya trascendió la provincia tras su estreno en la plataforma de El Gran Teatro Nacional del Perú y fue emitida por Facebook en julio del año pasado.
La dirección de escena, diseños escenográficos y de vestuario fue del escenógrafo Sergio Massa quien logró representar perfectamente el mundo surrealista que pensó Ferrer al contar la vida, muerte y resurrección de un personaje que simboliza Buenos Aires, desde un burdel, con un duende como narrador y con referencia a personajes bíblicos.
En la piel de María, actúa Solange Merdinian, reconocida mezzosoprano argentina, radicada en Estados Unidos; junto al mendocino Diego Flores, cantante lírico, coreuta y cantor de tango, quien encarnó los diferentes y multifacéticos personajes creados por Ferrer. El Duende, en tanto fue interpretado genialmente por el actor sanjuanino Silvio Guevara.
Esta obra integral tuvo la dirección coreográfica de Leonardo Cuello, e incluso aparece en escena la ex primera bailarina Victoria Balanza, quien interpretó un aspecto de la propia María a través de su hipnótica danza.
La música llegó de la mano del bandoneonista Esteban Calderón, que dirigió a los músicos para esta ocasión, que aparece en escena sumergida en el sórdido burdel e incluso se suma actoralmente como el gigoló de María.