Visual y auditiva. Así fue la inauguración de "Escrito en el aire", la muestra de León Ferrari con la que el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson cierra su año.

Entre las 50 piezas de la exhibición, hay cuatro que son esculturas sonoras, que con tubos y metales flexibles invitan a ser tocadas por los visitantes. Para la inauguración, las esculturas fueron colocadas en el ingreso al museo y fueron músicos sanjuaninos quienes intervinieron las obras. Así estuvieron Arche Trío, aportando el folclore, el ensamble de percusión Arcifambé y el grupo Pie de Palo. A ellos se sumó desde Buenos Aires, Manuel Schaller que causó impacto con el singular sonido del theremín, considerado el primer instrumento electrónico, que funciona con frecuencias. Las esculturas sonoras quedarán en el interior del museo, y quienes lo visiten serán animados a tocar, al contrario de lo que ocurre habitualmente.

En una apertura descontracturada -de la que participaron también las nietas del artista- donde la música dominó la escena, el público comenzó a recorrer las salas 1 y 2 donde se exhiben el resto de las transgresoras obras de Ferrari, la mayoría realizadas en poliuretano. La muestra, curada especialmente para el museo sanjuanino según explicó su directora Virginia Agote, permanecerá abierta todo el verano, sumando distintas actividades, entre las que está la presentación de la reedición que hará el MPBA/FR de un libro de Ferarri.