Correcto, amable, sin aires de divo. Así responde el llamado de DIARIO DE CUYO Facundo Arana, que el próximo domingo 15 estará en el Teatro Sarmiento junto a Araceli González como protagonistas de Los puentes de Madison, en la apertura de temporada de Fundación PROTEA. Desde Chile, en donde acaban de presentar con éxito la obra, Arana habla de esta pieza en la que como Robert Kincaid enamora a Francesca -y al público- en cada función.
Su espíritu aventurero (que lo llevó a hacer cumbre en el Everest), le sirvió para componer al fotógrafo de la National Geographic en esta adaptación local de la historia que Clint Eastwood llevó al cine hace más de 20 años, junto a Meryl Streep.
Arana habla maravillas de su compañera, con quien increíblemente, luego de tantos años de profesión, trabaja por primera vez. Cuando comenzaron los ensayos, se habló de mala relación entre los protagonistas. Pero, entonces y ahora, Facundo sobrevuela por encima de los rumores, siempre enfocado en su trabajo.
-A casi un año del estreno, ¿Cómo te encuentra esta gira?
-Estoy encantado de la vida, porque cuando arrancás una obra de teatro no sabes cómo va para adelante la cosa. Te preparás dos meses intensos para hacer la obra, empezamos a presentarnos en Buenos Aires y nos fue muy bien, nos pasó en acá en Chile. Pero sobre todo ver la repercusión de la obra, las caras de las gente, la respuesta del público… porque la historia la conocen todos, muchos han visto la película, han leído el libro, es una historia tan tan conocida, que entonces (dijimos) qué iba a pasar, cómo iba a ser. Estamos super orgullosos, ver que como actor pudiste representar toda la temporada del año en Buenos Aires, en el verano llevarla a Mar del Plata y que otra vez fuera éxito y ahora empezar esta gira, no me hubiera imaginado jamás.
-¿Cómo fue el trabajo para componer el personaje?
-En los 60 el mundo no estaba tan filoso como lo está ahora y cuando empezamos a buscarle la forma a este fotógrafo de National Geographic… justo yo conozco a fotógrafos de la publicación.
-Claro, por tus travesías al Everest.
-Sí, siempre hay muchos, a uno de ellos me lo crucé en 2012 cuando me tuvieron que evacuar y a él lo bajaron unos días después con edema de pulmón. Lo volví a encontrar haciendo cumbre en 2016. Conversé con ellos y pude darme cuenta qué clase de personas son. Son tipos que viajan por todo el mundo, todo el tiempo están haciendo cosas; teniendo que ver cosas por tu trabajo, un trabajo solitario. Y en 1965 seguro (que Robert) había estado en la Segunda Guerra mundial, fotografiado alguna batalla o algún campo. Y así llega al medio de Iowa y se encuentra con esta persona. Ahí fui. Darme cuenta que son tipos que han visto todo lo bello que hay para ver en esta tierra y lo más espantoso que el ser humano puede crear. Eso cambia la persona, y la percepción de las cosas. Entonces dije voy a hacer a este Robert Kincaid , y ahí lo llevo. Además el director se tomó el trabajo de no subestimar al público y en vez de decir voy a hacer la obra y ojalá se acuerden de la película, chau nos vemos. Dejó la película de lado y se enfrascó en las situaciones, los silencios, el color del libro, está hecha sobre la novela no sobre la película.
-Cuando te convocaron, ¿habías visto la película?
– No, leí el libro cuando me convocaron ya sabía de qué se trataba pero no había leído el libro es mucho más corto que la película. No cuenta esos silencios preciosos con los que Clint Eastwood describió el clima en la película. Pero aparte representar una historia que al cine había llevado que nada menos Clint Eastwood y actuándola él con Meryl Streep…
-¿Eso les metió presión?
– En realidad, como es teatro y es contar un cuento… si fueras a hacer otra versión de la película… pero acá es teatro, no había posibilidad; no te permite competir con nada. Estamos haciendo una historia que es preciosa, que la gente tiene en su imaginario y que le encantó.
-Un amor tan intenso que parece solo de novela.. ¿o en la vida real pasan estas cosas?
-Si a vos como mujer te digo, ¿te pasó lo que le pasó a Francesca en algún momento de tu vida?. Esas cosas que no podés hablar absolutamente con nadie… Además si fue tan cierto ese amor, te lo vas a llevar a la tumba. No andas engañando con esas cosas, no te mentís a vos misma, lo que pasa que no podes compartirlo con nadie porque es tan íntimo, tan personal. ¿No te pasó?, bueno. ¿Estamos de acuerdo en que te podría pasar?. La gente lo sabe. Eso es lo maravilloso de la obra, va más allá de todo. Si estás viviendo un precioso presente, y yo soy un convencido de que me casé con propia mi Francesca, lo único que podés hacer es rezar para que nunca te pase.
-¿Cómo fue el trabajo con Araceli?
-No habíamos trabajado nunca juntos, prepararnos para esta obra supuso un laburo de conocimiento de uno para con el otro muy intenso, por momentos tremendamente incómodo y al final, hoy mirando para atrás, estamos felices de haberlo vivido. Nos hace crecer como artistas. Araceli está preciosa en su Francesca.
-¿Y por qué incómodo?
-Si yo en este momento me tuviera que poner a trabajar con vos, porque vamos a hacer un trabajo juntos, que vamos a tener que andar mucho juntos, que vamos a tener que poder mirarnos a los ojos, para representar algo y queremos hacerlo con todo el alma, El director no nos dejó en paz nunca, en el mejor sentido de la palabra. No era sólo aprenderse la letra. Era todo. Eso supuso que Araceli pudiera ver mis cosas más íntimas, realmente abierto de alma. Me pasó lo mismo con ella. Es incómodo, pero visto en el tiempo es precioso. Supone una confianza que no le das a mucha gente. Nos tomamos de la libertad de hacerlo y realmente lo hicimos, el resultado está en el escenario.
-¿Hubo cosas que tomaste del Robert de Clint Eastwood?
-Cuando llegué al escenario, no había visto la película, la vi pocos días antes del estreno, pero me sirvió para ver esos puentes, para ver a Francesca caminar en esos puentes. Cómo resolvieron la escena de final, que nosotros la resolvimos de otra forma y siendo diametralmente distintas, la poesía se entiende perfectamente bien. Si sos fan de la película no te vas a sentir defraudado.
-¿Te hizo pensar tu propia vida? ¿El romance en tu vida?
-Yo me casé con Francesca como te dije. No tengo nada que buscar. La vida es una aventura y el amor es una aventura… Con María (Susini) tenemos una historia de amor que es muy bonita, más allá de lo romántico que uno pueda ser o ella, darme cuenta de que la elijo todos los días, después de 11 años, que cuando la veo venir me enamora y me pasa todo lo que me pasa en el cuerpo cada vez que la veo y la pienso. Qué te voy a explicar, el ser humano cuando ama, ama. Y yo realmente la amo.
- El dato
Los puentes de Madison. Con Facundo Arana y Araceli González. Domingo 15 de abril, a las 20 en el Teatro Sarmiento. Anticipadas en Tarjeta Data y en boletería del teatro viernes 13 y sábado 14 de 11 a 13 y de 18 a 20; y domingo desde las 11 de corrido. Platea $650, $550. Pullman: $550, $500.