Britney Spears no se siente bien. Se muestra desmejorada y lleva una conflictiva relación con su pareja Janson Trawich (otra vez sopa…). Su regreso a la música, las giras y la depresión le hicieron pedirle a su madre que se mude a la mansión que comparte con su novio. Las malas lenguas dicen que al muchacho no le gusta la idea. Pero es ella quien lleva los pantalones, después de todo.
