"Galería de celebridades" se llama el especial con el que Consejo Argentino de la Danza (creado en 1978) rinde tributo a pioneros del Ballet Argentino; pero que además se convierte "en el establecimiento de una memoria para evocar a las figuras que abrieron un camino con vigencia permanente en la cultura de nuestro país (…) y mantener viva la memoria de todos aquellos grandes artistas que marcaron un rumbo para que las nuevas generaciones pudieran florecer". Ekaterina de Galantha, Esmeé Bulnes, Serge Lifar, Elena Smirnova y Michel Fokine son algunas de las figuras que ha abordado este ciclo, que el próximo viernes a las 20 hs (por el canal de Youtube del CAD) tendrá como protagonista, en estreno, a la bailarina sanjuanina María Ruanova.
Nacida en 1912, descendiente de españoles que por unos años se establecieron en San Juan y formada con grandes como Elena Smirnova, Michel Fokin, Bronislava Nijinska, entre otros, en el máximo coliseo argentino (igual que sus hermanas Matilde y Ángeles), María fue solista del ballet estable del Colón. Pronto, tal como contó el historiador Enrique Destaville en "Memoria y presente del Ballet del Teatro Colón, 1925-2005", se convirtió en una de las mejores exponentes de su época con su "relevante técnica e ímpetu", por lo que -concurso mediante- fue promovida a primera bailarina a comienzos de los ’40. Su protagónico en Giselle fue una bisagra en su carrera y un par de años después, Serge Lifar la seleccionó como partenaire en El pájaro de fuego y Sílfides, entre otras obras cumbres. Notable fue el brillo de esta pionera fallecida en junio del ’76, que fue coreógrafa, maestra y directora del ballet del Colón y del Sodre; que giró por el mundo, que dejó su impronta en el cine, entre otros logros; y cuyo nombre lleva la distinción del ambiente de la danza más importante del país, que entrega el Consejo.
"Glorias de un momento que hoy sólo son ilustres nombres, que debemos evocar para traerlos al presente. Artistas que como antes deben volver a despertar vocaciones, sustentar a nuevos espíritus que, según sus sensibilidades, deberán entregarse al cultivo de la danza", explicó Carlos Manso este valioso trabajo que el CAD propone como "material de estudio y consulta para estudiantes, bailarines y amantes del Arte del Movimiento".