"En este disco, siento, me permito ser y decir algunas de las cosas que me brotan desde adentro, bien adentro. Son canciones que vomité cuando la vida me atravesó y me partió en mil pedazos, cuando sentí que quería parar el mundo y arreglarlo entero (…) Estas canciones fueron mi refugio, un lugar en donde pude ser yo, cayéndome a pedazos y armándome de nuevo, una yo nueva, que resiste por mantener despiertos sus sueño". Con esta personalísima confesión que también hace de introducción, Pauli García Fleury explica el ADN de "Pararía el mundo entero", el tercer disco de Esha, otra faceta de la también profe de teatro, actriz y directora sanjuanina, que supo lanzarse al mar de la música, donde navega cada vez más segura y convencida. Disco que presentará en sociedad el viernes próximo -día de su cumpleaños, a modo de "autorregalo", dirá- en Mamadera, en formato full band, junto a Martes y Lucas "El Ore" Orellano en guitarras, Germán Moreno en bajo, Pi.tuca en teclado y Juan Gil en batería. Trabajo que además marca un giro en este camino que comenzó a transitar en 2018 de la mano del pop, puesto que encontró en el punk pop la mejor forma de expresar el agite que bullía dentro y que necesitaba soltar como sabía hacerlo, componiendo y cantando sus temas.
"Mi tercer disco tiene un estilo nuevo, es pop pero con mucha influencias del punk. Nunca en la vida pensé que iba a terminar haciendo este estilo de música, pero fue gracias a una canción que hicimos en pandemia con una banda amiga que hace punk, Canal 46, que se despertó en mí eso que no sabía que tenía, ni sabía que me gustaba tanto. Fue como encontrarme con cosas que no sabía que habitaban en mí", contó Pauli a DIARIO DE CUYO. "Cuando la tocamos en vivo se encendió algo como no había pasado antes, así que empecé a escuchar mucha música de ese estilo, a conocer a muchas bandas que me fueron marcando. Y siento que me liberó, porque como soy bastante nueva en esto del canto, tenía muchas inseguridades, miedos y prejuicios; y en este género no me pasa. Estoy muy contenta con esta sensación que encontré, lo disfruto mucho más", agregó la cantautora, que entonces comenzó a componer con ese estilo, que se convirtió en una bisagra.
"Es una nueva etapa, totalmente distinta. Algo nuevo que también implica arriesgarse ¿no? Pero, bueno, sí, me arriesgo por lo que siento y por lo que me mueve. Amo mis otros dos discos (NdeR Sos un viaje y Pieles) y todas mis otras canciones, pero haber descubierto este espacio para liberarme así, tanto, con la música, es un gran regalo. Es algo nuevo que me apasiona y estoy feliz con estas nuevas canciones, que también han sido un resguardo en una etapa bastante difícil de mi vida. Con cada momento difícil que me tocó transitar salió una canción. Me aferro mucho a la música, a las canciones, es el lugar donde puedo sanar, transformar lo que me pasa y resurgir, renacer", se explayó Esha, cuyos primeros pasos tuvieron que ver con un pop electro, "más tranqui" lo define, en cuyo seno surgieron temas que también ha reversionado con esta nueva formación.
"Antes era como una cuestión más dulce quizás, pero ahora con todas las cosas que pasan en la sociedad y también en mi vida siento que este espíritu que tiene el punk, más revolucionario y más de ‘encendamos todo y lo que está mal que se vaya", acompaña mejor el momento donde me encuentro. Digo todo lo que tengo que decir y lo canto bien fuerte, con mucha potencia", sumó la artista, que si bien disfruta a pleno de este presente, no sabe por dónde la llevará el oleaje. Y tampoco se resiste a eso.
"Me gusta mucho lo que estamos haciendo, me atrae demasiado esta nueva versión de Esha, pero no me caso con nada, porque me encanta la música en general. Sí siento que hoy cantar este género me enciende más que cualquier otro, pero también estoy abierta a que la vida fluya y nos lleve adonde nos tenga que llevar, porque la música y el arte siempre te sorprenden", dijo al respecto la joven que soplará las 31 velitas, mamá de Gino, de 9; y Polo, de 7 -"muy copados y muy compañeros", los definió- que abrazó la música luego de un largo tránsito por el teatro.
"Empecé teatro a los 11 años. La música apareció mucho después, gracias a una historia de amor. Me fui a vivir al campo, en Jáchal, en el medio de la nada, con mis peques. Fue difícil y empecé a escribir canciones, ahí empecé a cantar todo eso que me pasaba. Después un amigo que es músico me escuchó y me incentivó a seguir y fui encontrándome con esto. Un poco fue una sorpresa, porque de repente ya estaba haciendo un disco y el productor me dijo ‘Bueno, este disco hay que tocarlo’ y fue un proceso entender que era un sueño que empezaba, que, mal o bien, estaba sucediendo", detalló. "Me acuerdo que todos me decían "¡¿Cómo vas a tener vergüenza de cantar si hacés teatro?!", ¡y sí! porque en el teatro estás como contenida con un personaje, en cambio al cantar estás desnuda, más expuesta, por eso cuando empecé me moría de vergüenza", rió Pauli, que poco a poco fue derribando esa barrera. "¡Y fue todo un desafío!", aseguró en medio de lo que considera un aprendizaje permanente y sin dejar de reconocer la generosidad con la que fue recibida.
"Muchos colegas me han tratado con mucho cariño, me han enseñado un montón y me han acompañado. Eso ha sido hermoso y muy importante para mí. Siempre he tenido mucho apoyo", valoró Esha, que junto a sus compañeros, ya de cara a la presentación de "Pararía el mundo entero", abraza un deseo para estas nuevas canciones que la reflejan: "Que le gusten a la gente, que para quienes las escuchen sean refugio, como lo fueron para mí".
DATO
"Pararía el mundo entero". Presentación del disco de Esha, en formato full band. Viernes 15 de septiembre, 00 hs, Mamadera Bar. Anticipadas en entradaweb.com a $1.800 y $2.000 en puerta.