‘¿Por qué yo?’, se pregunta Gabriel Rolón, con ese modo de hablar que lo caracteriza, que tranquiliza y brinda bienestar, para introducir al pensamiento de la persona que elige el psicoanálisis como camino. ‘Un camino peligroso’, dice el analista, protagonista de Historias de Diván que se presentó anoche en el Teatro Sarmiento, a sala llena.
‘Estoy feliz de estar en San Juan. Tienen fama de ser un público difícil, lo que me encanta, porque me gusta ganarme las cosas’, dijo Rolón para dirigirse a la platea que le obsequió, entonces, el primer aplauso. Después de un monólogo en el que habló del psicoanálisis e interactuó con el público, comenzó la obra. Basada en el libro del mismo título, editado 13 veces, llevado a la televisión y hace un tiempo en las tablas, Rolón se puso el traje de actor para una puesta bien planteada, con luces que marcaron los cambios de escena; además del soporte de video y música que le dan una dinámica cuasi televisiva.
Al cierre de esta edición, comenzaban a contarse las historias reales del Padre Antonio, mortificado por la disminución de su fe (interpretado por Alejo García Pintos), y la de Majo, una adolescente obsesionada por la muerte (que encarna Malena Rolón, la hija del autor). Desde su butaca, atentos, los sanjuaninos eran invitados a zambullirse en ese camino complicado del que hablaba al principio el mediático psicólogo; ese, que está destinado sólo ‘a los valientes’.
