Por primera vez invitado por Mozarteum San Juan, el pianista argentino canadiense Alexander Panizza actuará el próximo martes en la provincia, en su temporada de abono y en adhesión a los festejos organizados por el Municipio de la Capital por el 460º aniversario de la Fundación de San Juan. "Es una sala bellísima, será un placer tocar allí" dijo a DIARIO DE CUYO el prestigioso músico, que ya conoce el Auditorio Juan Victoria, donde actuó como solista con la Orquesta Sinfónica de la UNSJ. Nació en Toronto, vivió 14 años en Argentina y aquí comenzó su formación, que continuó en destacadas escuelas europeas; y hace cinco años se instaló nuevamente en Canadá junto a su familia.
Para este concierto eligió dos importantes obras de Frédéric Chopin, porque considera que "todo pianista se acerca a Chopin por lo que él significó para el desarrollo del piano, realmente fue un aporte impresionante y su música es hermosísima" y puntualmente la Balada Nº 4 "es la más importante de él, la más larga, la más compleja. Chopin supo no perder nunca la belleza estética al agregar complejidad, es una obra que quiero mucho. La segunda es Andante Spianato y Gran Polonesa brillante, una de las polonesas más populares, es casi simbólica de Chopin, es una de las más conocidas" apuntó Panizza que incluyó en este repertorio una pieza del compositor canadiense contemporáneo John Burge y una de Ravel, compositor cuyas obra grabó para un álbum que lanzó recientemente.
Panizza también es docente y por eso, consultado sobre qué le sugeriría a los jóvenes aspirantes a seguir una carrera pianística internacional, se sinceró sobre las dificultades a las que se enfrentan. "Es un camino difícil, que además de talento y estudio requiere de un cierto apoyo económico, algunas de las escuelas internacionales son muy costosas. Muchas veces a pianistas de países con más limitaciones económicas se les hace muy difícil, cuesta a los jóvenes talentosos pegar ese salto. Después yo siempre les digo a los alumnos que uno tiene que preocuparse lo más que pueda de lo que puede controlar y eso es tratar de formarse de la mejor manera posible, estudiar mucho, cultivarse más allá del piano, educarse culturalmente, todo eso ayuda a un desarrollo humanístico que después va a formar la idea estética interpretativa que uno tenga" aseguró el artista, que destacó que "en San Juan tienen una muy buena maestra, Ana Aguirre, que ha logrado excelentes resultados con muchos jóvenes, tiene muy buena escuela" ; para contar luego que tendrá un encuentro con estudiantes locales.
"Me gusta mucho tomar contacto con estudiantes locales para compartir experiencias, porque yo he estado en el otro lado también. Me parece importante que sea más que sólo llegar, subir al escenario, tocar e irse" comentó, subrayando que para él esto no sólo tiene que ver con sus raíces argentinas, sino con "una concepción de buen ciudadano, más allá de cualquier nacionalidad, de compartir en el mismo ecosistema. Es importante ser un colega generoso. Los colegas tienen que serlo, no sólo entre ellos sino con los alumnos. Lamentablemente en el ambiente no se ve eso, a veces hay actitudes mezquinas" apuntó el pianista que aclaró que, si bien él tiene muy buenos colegas, el tema es que "en campos a donde las perspectivas laborales son más complejas, a veces pasa esto. Si uno estudiara para dentista, es muy factible que encuentre trabajo de dentista, ganando más o menos, pero esto que tiene tanta incertidumbre y es tan difícil… Yo pienso que es cuando más tenemos que ser una comunidad solidaria", apuntó el maestro dejando entrever que tiene mucho más que dar que una fantástica interpretación musical.
Alexander Panizza. Función de Mozarteum San Juan. Martes 14 de junio a las 21.30 en el Auditorio Ing. Juan Victoria. Entradas: $1500 para el público general y $500 para los menores de 30 años en oficina del Mozarteum (Av. Ignacio de la Roza 161 oeste local 5).