Su agenda cambió mucho durante la cuarentena, como la de todo el mundo, pero sigue tan activa como antes, e incluso movió los muebles en su casa para instalar un tapete y una barra para dar sus clases por zoom. No hay ensayos, porque la temporada 2020 está suspendida pero el entrenamiento continúa y Paloma Herrera lo sigue de cerca. La directora artística del Ballet Estable del Teatro Colón habló con DIARIO DE CUYO sobre cómo se trabaja en medio de la pandemia por coronavirus y qué perspectivas hay para un regreso presencial.
"Estamos esperando las indicaciones que nos den oficialmente desde dirección general, yo soy directora artística, de salud no puedo opinar ni decir cuántas personas pueden estar en una sala" apunta la destacada exbailarina que hoy participará del ciclo de charlas de Mozarteum San Juan (ver El dato) a cargo de la presidenta de la entidad Patricia Aguilar de Marún y Sebastián Olivera, convite que aceptó gustosa, dice, porque tiene "los mejores recuerdos de San Juan".
Con la posibilidad de volver a los escenarios sin público y respetando protocolos de distanciamiento, Herrera admite que es muy difícil aplicarlos al ballet, sobre todo en el clásico, pero adelanta que desde el Colón trabajarán en realizar coreografías que se adapten a estos tiempos, pero como un proyecto temporal.
"El ballet justamente es figuras, cuerpo, baile, mucha gente, es pas de deux y gente que se toca; es difícil imaginarse el ballet con distanciamiento, pero justamente estamos buscando opciones para la vuelta, buscando reinventarnos y para respetar el distanciamiento hacer trabajos de solos, de dúos, tríos que no tengan que estar tan cerca, algo muy interesante para poder abordar o investigar esa forma de coreografía en base al distanciamiento. Será un proyecto hasta que se pueda volver a la normalidad", sostuvo Herrera, haciendo la salvedad de piezas del repertorio clásico quedarán afuera.
"No podés hacer El lago de los cisnes si no te tocás o no estás cerca, hay ballets que no se van a poder hacer nunca si no se hacen de la manera que se deben hacer, por eso estamos tratando de ver otras posibilidades para seguir bailando, probar diferentes ideas para que los bailarines sigan inspirados", aseguró y se lamentó por las funciones truncas. "Teníamos una temporada hermosísima para este 2020, realmente divina, obviamente vamos a intentar pasar algunos títulos para la temporada 2021. Uno tiene que ir paso a paso" apuntó.
A cinco años de su retiro, mirando atrás una carrera exitosa, de prestigio, y reconocimiento internacional por su destacado rol en el American Ballet Theatre, no añora nada de aquello. "No extraño nada. Yo fui súper feliz bailando, ensayando todo el día, viajando un montón, soy una agradecida a la vida por la carrera que tuve, siempre lo dije y era totalmente consciente cuando estaba bailando, disfruté el momento, no me quedaron pendientes, era una tarea dificilísima, no me alcanzaban las horas del día para seguir entrenando para mantener ese nivel. Entonces cuando dije de retirarme estaba totalmente convencida, sabía que quería hacerlo en mi mejor momento, para que el público y para mí también. Me acuerdo bailando feliz, disfrutando, nunca cansada" aseguró la artista que fue primera bailarina de ese cuerpo neoyorquino cuando apenas tenía 19 años. "Es una carrera muy disciplinada, en la que uno tiene que estar al límite de lo físico para mantener ese nivel, estaba contenta con la decisión de haberme retirado a los 40 cuando yo estaba súper en forma y sin ningún dolor", hizo hincapié. "Lo que me hacía feliz era el arte en general, no tener que hacerlo yo, o sea yo puedo ir y ver y salgo igual como flotando cuando hay esas funciones lindas que a uno lo transportan. No pienso que me gustaría estar ahí, porque yo lo hice, di lo mejor y lo cerré" sostuvo la ganadora de un Konex de Platino, del premio María Ruanova y de galardones de prestigio de Estados Unidos.
Después de 25 años en Nueva York, tras su retiro, decidió volver a vivir en Buenos Aires sin dudarlo. "Con todas las cosas que tiene el país, sus altos y bajos, quizás yo sea muy idealista, pero siempre amé mi país, tal vez por eso sea el cariño del público, porque siempre volvía a hacer funciones acá, siempre estuvo el contacto con mi país, mi familia, nunca sentí que me fui. Siempre dije con orgullo que era argentina. Yo les decía ‘soy producto argentino, estudié allá, acá me contrataron’. Por eso sabía que en el momento que me retirara, volvía", sostuvo y compartió que disfruta mucho de enseñar, de transmitir sus experiencias. "Es muy gratificante", expresó la estrella que decidió publicar su biografía, "Una vida intensa: Mi historia íntima como nunca antes la conté", editada en 2019.
"Fue una experiencia increíble para mí, súper especial. Estoy feliz con ese libro porque fue el cierre perfecto para una etapa muy importante, para ese capítulo de ‘Paloma, bailarina’. Pude contar mi historia, porque la vida del bailarín tiene como preconceptos, algunos piensan que todo es glamour y un tutú rosa o que es una tortura. Es para próximas generaciones, porque a mí me hubiese encantado que alguien me contara todos los secretos", comentó entusiasmada quien fue niña prodigio de la danza, que apuesta a que los nuevos bailarines comparten la pasión que ella aplicó a su carrera. "Soy idealista a muerte, quiero creer que sí, que la pasión está. La pasión y el amor es lo que me movió, por eso trato de transmitir eso, lo importante que es en una carrera de un bailarín hacerlo con amor, hacerlo con pasión y hacerlo porque realmente uno quiere y no lograr un puesto o dinero porque son cosas superficiales", remarcó Paloma Herrera que admite que no baila clásico ni siquiera en la intimidad de su casa.
"Nunca más me puse las puntas. Tengo un montón que quedaron y no me las pongo. Es más, tampoco hago clases en ningún lado. Por supuesto cuando doy las clases las hago para mostrar, pero nada más. Dejé de bailar", cerró, firme, pero sin nostalgia en su voz. Paloma pasó página sin remordimientos.
EL DATO
- Ciclo de entrevistas de Mozarteum San Juan. Paloma Herrera, hoy a las 13.30 por Radio Concepto y redes de la institución.