Se llama Ricardo Cohen, pero es más conocido como Rocambole. Es artista plástico (aunque prefiere que lo consideren como dibujante), diseñador gráfico y profesor de Bellas Artes argentino. Pero la historia cultural argentina lo ubicó en el lugar de ser uno de los más destacados creativos visuales que ofreció el rock, por haber aportado su talento a las producciones discográficas de Patricio Rey y sus redonditos de ricota. En una de sus charlas por el país que lleva a cabo bajo el paraguas del Instituto Nacional de la Música, llega a la provincia en el marco de los festejos de los 15 años del programa televisivo Desenfocados Somos Rock. "Arte, ilustración, imagen y diseño: un cruce significativo en la gráfica musical" es su propuesta para reflexionar y debatir acerca de la inteligencia visual en la música. Previo a la charla abierta, Rocambole dialogó con DIARIO DE CUYO.
– ¿Por qué ha sido importante el vínculo entre la estética visual y la música en la historia del rock?
– La relación entre las diversas disciplinas artísticas se ha dado en muchos momentos históricos. En este caso, la música, con el diseño y las artes plásticas. En la década del 1960 fue un punto alto de la música popular en relación al rock & roll. Hubo un matrimonio feliz entre el rock y la imagen. De repente, aparecieron diseñadores y artistas interesantes, a la par de músicos que le daban un nuevo impulso. Como hito, tenemos a Los Beatles que se preocuparon muchísimo por la imagen. También, tenemos al rock progresivo inglés, con la tapa de Yes y tantos otros que en esa época, nosotros comprábamos esos longplays que nos deleitábamos mirando los interiores de los álbumes dobles que tenían muchas imágenes. En Argentina, pasó algo parecido, porque el nacimiento del rock nacional coincide con un interés de los músicos por la imagen de sus discos.
– ¿Incluso hubo casos en que el rock impregnó nuevas estéticas como movimientos culturales?
– Por supuesto. Todo lo que se conoció como pop o rock & pop, tuvo mucho que ver con la imagen, eso fue un feliz encuentro. Los músicos pensaban que sus tapas debían tener un sentido o significación en relación con su música. Hubo artistas como Juan Gatti, que desarrolló el disco más interesante de esa época, "Artaud" de Pescado Rabioso, donde el diseñador rompió con el cuadrado como formato habitual de los discos. Después hizo muchas innovaciones en tapas de La Pesada del Rock, con Sui Generis, Pappo’s Blues. Luego trabajó en España con afiches de películas de Almodóvar. En ese terreno trabajé también, donde me relacioné con músicos, con grupos como La cofradía de la flor solar en La Plata. Con ellos comenzamos a pensar que un disco no era solamente un contenedor de canciones, sino una obra que reuniera distintas disciplinas con un mismo fin para transmitir un mensaje emocional o ideológico también.
– Con La cofradía, ¿se revolucionó la concepción de cómo concebir un álbum discográfico?
– Algo de eso hubo, sí, esa idea que el disco debe ser una obra total llevó a desarrollar diez años más tarde, lo que trabajé con Patricio Rey y sus redonditos de ricota. Allí, el mensaje se completaba con una parte musical, una parte lírica o poética y una parte visual. Pero ninguna era ilustración una de la otra. O sea que si se sacaba algunos de los tres pilares, el mensaje de la obra quedaba incompleto. Por eso, el segundo disco, "Oktubre", es muy difícil de separar lo musical de su aspecto estético. Cuando los músicos acuden a un diseñador construyen algo más que una canción. Por eso en la charla especularemos sobre esa reunión de diferentes disciplinas que hacen a la obra en sí.
– Transitamos una etapa de crisis terminal del disco físico, ¿vale la pena pensar en un arte de tapa para un disco físico actualmente?
– En todos los aspectos del arte hay una tendencia multimedial. La imagen, el sonido, sentido y concepto van de la mano. En una exposición de arte contemporáneo, hoy es difícil no encontrarse con proyecciones audiovisuales, en alguna manera, las bandas de rock, tratan de incorporarse al arte contemporáneo. Ahora como la cuestión es bajar las canciones o escucharlas por streaming, muchas veces pasa que los músicos y artistas visuales se juntan y producen videoclips o hacen canciones sueltas con imágenes animadas. En Youtube es imposible concebir plantear el tema musical sin una animación, siempre hay una pantalla que muestra algo. La imagen y la música es una hermandad difícil de separar. En un punto se reúnen, la persona que baja una canción por Internet sin una imagen, se queda hoy insatisfecha.
– ¿Las bandas indies deben pensar mejor qué imagen comunicar en un video o una portada?
– Depende de la idea que tenga el grupo. Hay bandas que tienen muy en claro el concepto que quieren transmitir o idea que plasmar. Cuando hay eso, pueden utilizar imagen, poesía y melodía y hacer un solo conjunto. Si escuchamos o vimos los trabajos de Pink Floyd, indudablemente no se puede apreciarlo sin imágenes. De hecho se hicieron largometrajes donde queda incorporado todo el mensaje que quieren transmitir.
Fervor ricotero en primera persona
Dado su vínculo con el fenómeno cultural y social que representa la música de Los redondos, Rocambole contó cómo fue su rol en la gestación de una de las producciones más significativas de la banda: "Tuve la suerte de vincularme a muy talentosos personajes que para el momento éramos sólo amigos de juventud. Ni siquiera en la más delirante de nuestras fantasías imaginamos las consecuencias de lo que estábamos trabajando. Jamás pensé que las imágenes de afiches y volantes, entradas o escenografías, se difundieran tanto. Puedo decir yo no lo soñé. Solari es uno de los más talentosos personajes de la literatura de los últimos tiempos. La academia le debe un reconocimiento a Solari por haber sido el que más contribuyó a la historia de las letras argentinas en estos últimos años".
DATO
Rocambole dará la charla abierta y gratuita "Arte, ilustración, imagen y diseño", este próximo sábado 28 de septiembre a las 18 en el Centro Cultural Conte Grand (San Luis y Las Heras).