Fotos Gentileza José Domingo Petracchini

La música sacra fue una de las especialidades del profesor Juan Argentino Petracchini, fructífero director coral salteño que dejó en San Juan -donde se radicó en 1953- un copioso y valioso legado. Por eso y porque la Catedral fue su "casa" durante largo tiempo, es que con motivo de cumplirse 10 años desde su fallecimiento (el 26 de diciembre), el próximo miércoles a las 20 hs, el Coro Vocacional de la UNSJ, que dirige su hijo José Domingo, participará musicalmente de la misa de las 20 hs, que también será ofrecida para rogar por su eterno descanso, en la iglesia principal de la provincia.

"Son 10 años de la partida del viejo, así que les propuse a los chicos que hiciéramos una misa cantada, que es algo que hacemos habitualmente con el coro. Ninguno tenía la obligación, pero todos quisieron", comentó a DIARIO DE CUYO José Domingo, quien hizo extensiva la invitación a toda la comunidad. "No es una misa fúnebre, incluso haremos una selección de temas navideños. Sólo hay una obra de ese género, que la ha cantado únicamente el Vocacional", agregó el director, en referencia a Libera me Domine, que interpretarán luego de la primera lectura. Se trata de una pieza del músico colombiano Antonio Rincón, quien, enterado de la muerte de su amigo, le envió a la familia esta pieza que había escrito para su hermano, dedicada también para él. 

El debut del Coro de la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento. En abril de 1968, con el Gloria a Dios, en el Teatro Sarmiento (todavía con foso). La soprano era Pepa Cangemi, mamá de la cantante lírica Verónica Cangemi. Fue la única vez que el Maestro dirigió la Orquesta.

Precursor de la actividad coral en la provincia, el Maestro Petracchini -como se lo nombra aún- supo reunir la fe católica que profesaba y su amor por la música, que heredó de su padre, clarinetista. De hecho, sus estudios musicales comenzaron cuando estaba en el seminario, adonde ingresó siendo un niño, por voluntad de sus padres, inmigrantes italianos que tuvieron 7 hijos.

"Tenían orientación de estudio y él eligió música. En aquellas épocas era un estudio muy riguroso. Luego lo pusieron a cargo del coro y de la banda del seminario", contó José Domingo. A los 21 años, antes de ordenarse diácono, Juan Argentino decidió dejar el seminario. Fue entonces cuando, invitado por el Padre Garbini, llegó al Colegio Don Bosco de San Juan para dirigir el coro y dictar clases en la institución, donde también estaba el reconocido Maestro Chiessa. Aquí se casó en 1954 con Aída Herrera, tuvo tres hijos y a la par comenzó su intensa labor musical en la provincia, que reúne hitos como la creación de la Agrupación Coral Sanjuanina, de la Asociación Coral de San Juan, del Coro Universitario (en el marco de la entonces Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento; y con el que actuó en el Lincoln Center de Nueva York) y de la Orquesta Sinfónica (estando a cargo del Decanato en la UNSJ). También, apunta su heredero, fue germen para la creación de la Escuela de Música, junto a Juan Kowalski, su esposa Marcela Ticak e Inocencio Aguado, por citar apenas algunas de sus obras.

Durante la gira por Chile, a comienzos de la década del ’70. 

En 1979, cuando inauguró el nuevo edificio de la Catedral, Monseñor Ildefonso María Sansierra lo convocó para que se hiciera cargo de la liturgia, que ejerció con su hijo como ayudante, hasta mediados de los ’90, cuando se retiró. "Pero siempre quedó el corazoncito en la Catedral", subrayó José Domingo, quien aseguró que su padre era plenamente feliz haciendo música religiosa. 

"Era lo que amaba. Y mirá que he escuchado muchos coros en mi vida, pero todavía no conozco a nadie que lo supere haciendo música religiosa, nadie le toca los talones", opinó José Domingo, quien en esta misa de la Catedral dirigirá también a sus hermanas Nina y María Inés, como parte del coro. ¿Qué lo hacía tan especial al Maestro? "No sé, se emocionaba", fue la respuesta del conductor del Vocacional, que, como ejemplo de esa pasión, puso una anécdota que aún lo sigue movilizando. 

El Maestro Petracchini llegó a San Juan en 1953. Fue precursor de la actividad coral en la provincia. 

"En el ’94 fuimos a un festival internacional de música religiosa en Loreto, Italia. Duraba una semana y había coros de todos lados. Justo estaban reinaugurando la Capilla Sixtina y en uno de los días libres que teníamos cantaba el coro de la Capilla y fuimos a verlo. Estábamos todos así nomás, de zapatillas, de poncho y viene mi viejo y nos dice ‘Vayan a tomar las carpetas, ¡así como estén!’. El coro de la Capilla no llegaba y la organización eligió a otros dos coros para actuar, uno portugués y nosotros. En un momento estábamos cantando, mi viejo levantó la vista al techo, vio la imagen de Dios pintada y se largó a llorar… Eso tenía", relató emocionado José Domingo esta experiencia, que concluyó de manera inolvidable. "Cuando terminamos de cantar, la persona que conducía el festival, un célebre conductor de la RAI, salió y le dijo a mi viejo: ‘Menos mal que no vino el coro de la Capilla Sixtina’". 

 

PROGRAMA
Entrada: Deo Dicamus
Gratias – Gottfried
Homilius
Luego de la 1ra Lectura: Libera me Domine – Antonio Rincón
Aleluia -Tradicional
Ofertorio: Te presentamos el vino y el pan – Juan Espinosa
Sanctus – Tradicional
Comunión: Aduramus Te – Gaparini (atribuido a W. Mozart)
Ave Maria – V. Vavilov (atribuido a G. Caccini)
Salida: Selección de temas Navideños – Carlos Barraquero