La ex conejita Pamela Anderson está de estreno. Con 48 pirulos, la rubia debilidad de Hollywood decidió que era hora de probar nuevas experiencias y alejarse del showbusiness para encontrar una media naranja a su medida, así se topó de frente con la vida real y se encontró a Jamie Padgett, un electricista que la dejó echando chispas.
Pam dejó atrás su largo listado de fallidos matrimonios, primero con el baterista Tommy Lee del grupo Motley Crue -con quien se casó en 1995 a 96 horas de conocerse y se divorció en 2008-; después con el cantante Kid Rock -que la llevó al altar en 2006 y el amor duró un año-; y finalmente con el productor de cine Rick Salomon, quien dejó el anonimato luego de grabar un video sexual con su entonces novia Paris Hilton -con él contrajo nupcias en 2008 pero la unión fue anulada-.
Ahora, la blonda actriz ya tiene quien se ocupe de su corazón en cortocircuito que soportó tres matrimonios y tiene un catálogo de romances en el que figuran los nombres de Stephen Dorff, Scott Baio -coprotagonista de Baywatch-, Dean Cain, Fred Durst, Eric Nies y hasta Sylvester Stallone y Ben Affleck, además de Bret Michaels de la banda Poison.
Madre de dos hijos Brandon Thomas y Dylan Jagger -fruto de su amor con Lee-, ella dice estar en otra etapa (¿cuánto le durará…?). Según la revista People, la corriente del destino la unió con el técnico hace unos meses en un camping para caravanas donde la ex playmate se alojó mientras se realizaban obras en su residencia (obras que se "olvidó" de pagar y por las que adeuda más de un millón de dólares).
Nacida en Canadá, después de ser descubierta por la marca de cerveza Labatt, ella se mudó a Los Angeles donde fue bien recibida por Playboy (no es para menos…).
Se tiñó el cabello a un tono rubio, le agregó volumen a sus lolas -a las que se refiere como Pancho y Lefty- y se inyectó colágeno en sus labios. Así nació el
símbolo sexual que atrapó a la audiencia masculina corriendo en diminutos bikinis sobre la arena de Baywatch y a través de videos pornos caseros.
Vegetariana y defensora de los derechos animales, una candente publicidad para PETA la volvió al tapete por encarnar a una erótica agente de aeropuertos que obliga a los pasajeros que llevan ropa fabricada en base a pieles, a quedarse desnudos. Sin embargo, a último momento el anuncio fue prohibido. Por exhibir su buen ir y su buen venir casi como Dios la trajo al mundo, la curvilínea "Pam" se quedó sin el pan y sin la torta; pero a ella no le importa porque aunque no será una celebridad, su nuevo amor le deja los cables al rojo vivo. (Ftes: Efe, Perfil)

