FOTO: MARCOS URISA
¿Si se pueden hacer retratos por encargo, por qué no poemas? Se planteó Bernardo Rossi y por eso decidió convertir en un emprendimiento algo que hasta el momento había hecho para obsequiar a familiares. Escribe desde que era niño y con los años se fue puliendo y adquiriendo más herramientas, como un máster en escritura creativa.
"Mi sueño, como el de muchos, es trabajar de lo que uno ama, hacer lo que te gusta y encima que te paguen, como decía Quino" expresó Rossi a DIARIO DE CUYO, al tiempo que relató que esa dedicación por regalar poemas personalizados se profundizó en la pandemia como "un modo de acercar afectos", casi como un puente expresivo. "De esta forma intercomuniqué a mucha gente, luego vinieron los comentarios enriquecedores y algunos me decían por qué no cobraba por esto. Comenzó ahí y luego lo fui encauzando, es el arte como servicio, en forma de palabra" resumió el escritor que además es abogado.
"La literatura es pintar con palabras. Justamente ¿por qué se puede encargar un cuadro o una foto y no las letras? ¿Por qué se paga por eso y no por esto? Es el arte como servicio, porque cuando se lee y alguien me manda un video, veo cómo se trasmutan las caras de una forma visceral, es fantástico, es una cosa que me estremece. Ahí dije ‘quiero hacer esto, pero a gran escala, y llegar a la mayor cantidad de gente posible’" sostuvo.
Hace pocos meses creó la cuenta de Instagram "Poemas y discursos" a través de la que ofrece su servicio creativo y además tiene una página web. "Verso libre sin rima o hacer una métrica con rima, les doy ejemplos en lo estructural. También pregunto sobre qué tipo de sensaciones quieren transmitir o quieren que la otra persona reciba, si quieren un tinte cómico, porque se leerá en un aniversario, si quiere que vaya combinado con una parte más emotiva. Va a medida, tanto estructuralmente como en lo emotivo. Después el poema se puede corregir" relató Rossi. El precio está entre los 12 y los 20 mil pesos, dependiendo de ciertas variables, y es entregado de manera digital. Determinar el valor de sus poemas "fue lo más difícil" confesó, pero después lo comparó con lo que se puede comprar para un regalo especial en esos mismos montos y definió esa escala.
"Yo pensaba que lo iba a pedir más gente mayor, porque son más apegados a las cartas, y me sorprendí porque fue gente joven, de 30 años promedio, que lo encargan para sus padres. Para ocasiones especiales o no, la mayoría son cumpleaños, pero también sin un acontecimiento específico" contó. Entre sus compradores, destaca un caso que lo movilizó y fue el encargo de una madre que pensó en regalarle algo original a sus hijos en el día de las infancias.
Rossi asegura que no encontró publicaciones de alguien más que haga lo mismo y destacó de qué manera lo atraviesa esa actividad. "Es un enriquecimiento que no tiene punto de comparación, la transmisión directa del material, ese flujo tan directo y tan visceral potencia mis facultades para escribir y publicar", compartió el escritor. "Es una forma de nutrirse de algo muy bello porque uno está participando de la vida de otros. No sé si don es la palabra, pero sí creo que tengo una profunda sensibilidad para captar lo que quiere expresar una persona a otra".