Es la artista de trap, dancehall y reggaetón que tiene un alto poder de convocatoria agotando localidades y rompiendo récords de reproducciones tanto en Spotify como Youtube. En medio de una gira nacional por la producción de su segundo disco "Error 93", se encamina a conquistar el Luna Park con su primer show en marzo del año que viene. La llaman "La Jefa", y recientemente acaba de ser nominada a los MTV EMA 2019 de España. Cazzu (Julieta Emilia Cazzuchelli), previo a su debut por tierras sanjuaninas -que será el 7 de diciembre en Hugo Espectáculos- mantuvo un diálogo con DIARIO DE CUYO desde Miami. 

– ¿Por qué San Juan figura en tu agenda antes de estar en el Luna Park?
– Porque nunca estuve allí, es muy importante que los artistas lleguemos a todos los lugares del país. Como co-provinciana que soy, pensé que hay que estar aun en los lugares más chiquititos, me gusta ir y poder darle un show con la misma calidad de los grandes festivales a gente que está lejos de la Capital. 

– ¿Por qué elegiste al trap como modo de expresión?
– Considero que el trap es un género sin reglas. Cada uno canta como quiere, las canciones duran lo que a uno le parezca. El trap me ha dado libertad para decir lo que quiero, porque puedo hablar de un montón de cosas, de la desigualdad, de cómo me siento en este género; siempre lo uso como herramienta para hacer sentir fuertes a las mujeres. También invito a los hombres a escuchar mi música. No tiene porque ser algo extraño que los hombres escuchen música de mujeres. Siento que me ha dado muchos espacios.

– ¿Hasta qué punto la industria musical pone sus reglas y cómo el artista está dispuesto a transgredirlas?
– Hay artistas dispuestos a adaptarse a las reglas de la industria, estamos en una era donde parece ser más importante tener más "views" y más "likes", que tener realmente la credibilidad y el amor con el público. No es mi caso, porque yo respeto mucho mis convicciones. Para mí es más importante mantener mi valor moral conmigo misma, con lo que pienso y hasta con el color de la música que quiero oír, con las notas que elijo usar. Trato de ser la más autentica y fiel conmigo misma y no terminar traicionándome por necesidad de estar pegada.

– ¿Te considerás una privilegiada por la notoriedad que adquiriste?
– No, para nada, soy una persona que ha trabajado mucho para llegar a donde estoy. Sería muy afortunada y tendría más exposición, pero me tocó ser mujer. No soy privilegiada, porque me tocó ser unas de las primeras en agarrar el machete para quitar toda la maleza y abrir el camino. Más afortunadas son las que vienen detrás de mí y en eso sí estoy orgullosa. Eso vale mucho más que todo, porque quiero que las chicas tengan un lugar más cómodo y más seguro para hacer música.

– ¿La misoginia está presente sólo en las letras de reggaetón?
– En realidad está más presente en el público que en las letras de las canciones. En el reggaetón, se habla de una mujer que hace con su cuerpo lo que quiere, que es libre o puede tener sexo con todo el mundo. Pero a una parte del público no le cae bien y le incomoda, entonces aplica la misoginia de lo que no quieren escuchar y no quieren una mujer en ese lugar. A la mayoría de los hombres que le gustan las mujeres, las quieren en esa situación. Pero sucede que hay mujeres que no, porque ven que el machismo impone. A menos que estés cantando: "Me dice que no le gusta y yo le doy igual", estaría hablando ya de una violación y eso está impuesto más en el receptor que en el emisor. 

– Entonces ¿cómo diferenciar el goce propio de una mujer y poner el cuerpo al servicio de los deseos del varón?
– Eso debe resolverse entre ambas partes y tener en claro que como mujer puede tener el objetivo de ser deseada por los hombres. Eso no la hace menos respetable que una mujer que no le interesa que la miren los hombres. Lo que digo es que debemos respetar y considerar que si quiero sexualizarme y ser sexualizada por la gente, que sea mi decisión y que estoy en mi derecho de hacerlo porque es mi cuerpo. Ahora, si por otro lado, quiero ser todo lo contrario y que la gente sólo preste atención a lo que canto, perfecto: es mi derecho también de hacerlo. Cuando comprendamos mejor acerca de la libertad, ese límite entre lo que una mujer complace el deseo de un hombre y hace lo que quiere con su cuerpo, se volverá implícito.

– En los Grammy’s Latino se margina a los ritmos urbanos y al reggaetón con mucha polémica en el medio. Esta exclusión ¿es por razones estéticas o comerciales?
– El primer reclamo es que no existe un Grammy específico para el reggaetón. El género lo está pidiendo. Comercialmente no es un problema, porque fueron convocados a muchos reggaetoneros a la gala para medir rating pero no estaban nominados en ninguna categoría. Esto es parte del enojo. Me parece muy bien que exista el género, que luche por su lugar y también que el hip hop tenga una categoría. El enojo está también en que varios músicos del pop salgan haciendo reggaetón porque esté de moda y lo usen como ritmo urbano. Eso molesta bastante. Me parece bien que se muestre la incomodidad de cómo seleccionan los premios, porque se siente que se está perdiendo la seriedad en los Grammy’s. 

 

DATO

  • Cazzu viene el próximo 7 de diciembre a Hugo Espectáculos a las 21. Valor de entradas: $1.000.