Hace 30 años, pocas horas después de brindar un show junto a su banda Sumo en la cancha de Los Andes, en la madrugada del 22 de diciembre, moría Luca Prodan, el músico que llegó al país a principios de los ’80 y sacudió al rock argentino con ritmos desconocidos por estas tierras. En medio del lógico atraso que existía en esos años para acceder a las novedades musicales de Estados Unidos y Europa, y de las restricciones impuestas para los artistas de habla inglesa por la dictadura militar, este trotamundos nacido en Italia, que estudió en Escocia y pasó parte de su juventud en Londres, se encargó de divulgar las nuevas tendencias de los países centrales del rock. En un panorama musical dominado aún por las tradiciones inauguradas con la edición de La Balsa, en 1967, Prodan apareció como un rara avis con canciones impregnadas de reggae, hardcore, new wave y demás corrientes musicales derivadas del punk. Mientras la plana mayor del rock argentino aún abrevaba en los Beatles, los Rolling Stones, Led Zeppelin o el rock sinfónico, entre otras influencias, Luca desplegó un estilo que debía su impronta a desconocidos para los argentinos hasta ese momento como Blondie, Van Der Graaf Generator, Elvis Costello e Ian Dury & The Blockheads. Tal vez su desconocimiento de la obra de figuras como Charly, Spinetta, Nebbia o Pappo resultó fundamental para el cambio radical que planteó. En esta misma sintonía habría que ubicar su decisión de cantar en inglés, casi un sacrilegio en un ámbito en donde hacía más de 15 años resultaba un orgullo la lengua castellana en el rock.
Sumo fue su máxima expresión. Tras varios cambios, la banda quedó establecida con Germán Daffunchio y Ricardo Mollo, en guitarras; Diego Arnedo, en bajo; Alberto Troglio, en batería; y Roberto Pettinato, en saxo. Con tres discos oficiales editados, se caracterizó por reunir a “los sucios, feos y malos” del rock argentino en la primavera alfonsinista. En apenas 5 años al frente del combo, este artista que logró un moderado reconocimiento en vida, con limitadas ventas de discos y tickets, estableció parámetros indispensables para el devenir del rock argentino, con una influencia que persiste al día de hoy.
Pero más allá de ser un “outsider” total, el sello Prodan es que se reinventó como un personaje de la vida porteña. Agudo observador, era común verlo en bares, compartiendo tragos con quien quisiera sentarse en su mesa. Su objetivo inicial de escapar de la heroína derivó en el alcohol. Una cirrosis terminó con la vida de Luca en 1987, cuando tenía apenas 34 años, mientras dormía en su casa de San Telmo. Ya para entonces, el cosmopolita personaje se había convertido en un porteño de pura cepa. La prueba cabal es “Mañana en el Abasto” (“After Chabón”, último disco de la banda), una verdadera postal de Buenos Aires tan cara para los tangueros, que ni el más acérrimo porteño fue capaz de escribir. (Telam)
- Es un referente de la música nacional siendo de afuera en un momento con una dictadura descontrolada, perversa, siniestra. Cantaba en inglés en el año 82. Nada más. Paulo Carrizo, músico
- Prodan fue un músico que vivió la movida de rock europea y cayó a Argentina huyendo de sus adicciones. Acá replicó varias de esas vanguardias, se cruzó con incipientes tremendos músicos y el resto es historia… Nos dejó la rebeldía eterna. Cerró jetas y abrió cabezas. Creo que la canción Teléfonos (White trash) es quizás la canción existencialista más triste del mundo, y terriblemente actual. Nahuel Aciar, músico, escritor
- Sin duda el aporte de Sumo y en particular de Luca a la escena del rock nacional en la década del 80 tiene que ver con una renovación del sonido vigente en esa época. También hay que considerar su particular manera de cantar y en especial sus líricas que expresaban de modo visceral y directo un reclamo existencial. Tito Oliva, músico, compositor
- Luca dejó un legado… tremendo para la gente del rock argentino. Fue un sello distinguido entre muchos grandes. La banda que tenía de apoyo era tremenda. Tengo algunos cassettes guardados de Sumo por algún lugar y cada vez que vuelvo a escucharlos se evidencia su genialidad. Una lastima que ya no esté… Ángel Porco, vocalista de Angel heavy metal
- Prodan aportó todo lo que significa la generación de los años 80s. Luca significó un rockero con filosofía, con sentido, un emblema del rock nacional. Un trascendental, muy adelantado a su época, Luca es rock. Rodrigo Valles, columnista de rock, productor
- Ese aire británico mezclado con tango del Abasto….. Jorge Omar Quiroga, cantante de Club 60
- El Gardel del rock. Carlos Cerimedo, cinéfilo
- Luca es la “verdad” en el rock argentino. Es algo así como un personaje callejero salido de un cuento de Bucowsky que un día se encuentra en la Argentina postdictadura. Luca aportó lo áspero de la calle a la escena argentina. Se animó a cantar en inglés, siendo Stephanie Nuttal parte de su banda, podría decirse que enfrentó a muchos carilindos del rock post Malvinas y sus mensajes esperanzadores con un mensaje claro y contundente: “No tengas miedo, no. Hoy me pelé por mi trabajo. Las lentes son por el sol why para la gente que me da asco”. Su vida no transcurrió en el medio, niño bien de colegios de élite compañero del príncipe de Inglaterra, bebió ginebra en bares de mala muerte con ilustres desconocidos. Mientras estuvo en la cárcel enumeró los recitales de rock a los cuales asistió, el “En vivo” de Bob Marley, Jim Morrison, Lou Reed, The Velvet Underground, Led Zeppelin entre otros fueron parte del bagaje de este ítalo-escocés que disfrutaba la música de Yupanqui y Spinetta. Alejandra Ygonett, docente