Cualquiera que haya visto alguno de sus espectáculos, o al menos esa partecita que mostró hace algún tiempo como invitado en El casting de la tele por El Trece (una breve y conmovedora historia protagonizada por su mono Roberto, que no quiere volver a su caja luego de la felicidad que experimenta tocando el piano) sabrá de la magia que rodea a Rubén Orsini. Joven y talentoso -y aunque a él le de pudor hablar de esto- es uno de los marionetistas más destacados de la escena nacional. Tanto que él mismo desaparece cada vez que sale a las tablas con alguno de sus cándidos personajes, que logran atrapar toda la atención del público. Sin palabras, pero con una expresividad asombrosa, el rosarino logra conmover hasta al alma más gélida. Muñecos bien logrados, historias sencillas y un manejo increíble de los hilos cautivan al espectador, algo que podrán experimentar los sanjuaninos cuando "Marionetas Orsini" aterrice por primera vez en San Juan, el próximo miércoles.
Después de haber recorrido buena parte de Argentina y Europa, el mono Roberto, Cuerpito, Fulbito, Latita y Margarita, El rapero, El bebé, Mr. Vértigo y El sopa -entre otros- debutarán en el Centro Cultural Amadeo Conte Grand, en el marco del primer circuito nacional de Festivales 2009 El país en el país, auspiciado por el Instituto Nacional del Teatro. Espectáculo que precederá un ciclo de puestas teatrales sanjuaninas que se llevará a cabo en el mismo espacio, antes de la Teatrina 2009.
"Lo que hago es contar algunas historias, pero también simples momentos. La idea es que la gente se vaya de donde está, que mi laburo sea un disparador a un buen momento. La idea es que el público se lleve más una sensación que un cuentito", comenta a DIARIO DE CUYO antes de emprender su gira Orsini, hijo de músicos y ex cerrajero, cuya carrera artística nació como mimo y en la calle -dos grandes escuelas, dirá-. Ese que hoy viaja por todo el mundo con sus compañeros de vida y ruta, muchos de ellos nacidos de materiales de descarte y objetos reciclados que marcan su propio ser (como fulbito, que tiene como panza una pelota desinflada, o Latita, hecha con latas de gaseosa)
"Yo no puedo decir si soy bueno o cosas así. Sí soy un loco que labura e investiga mucho para tener el resultado que quiero. No uso muchas técnicas convencionales, sino que todo lo que desarrollo es a través de la búsqueda personal. Le pongo todo. Eso es lo único que me puede llegar a marcar dentro del oficio", comenta Orsini.

