Barífico suena a conjuro que un poderoso mago podría lanzar. El enigmático término es el título del tercer disco de Fabricio Pérez y es en realidad un anagrama de su nombre. Bajo esa suerte de hechizo ofrece su nuevo EP, que representa una vuelta a sus orígenes musicales, con una temática que le dio libertad creativa. Pérez tiene un amplio recorrido en la música local como guitarrista, además de ser activo miembro de OMA (Organización de Músicos Autoconvocados) profundiza su carrera solista como cantautor hace 9 años, cuando lanzó "Escanción".
La presentación del nuevo material será el próximo 3 de noviembre en Sala Auditorium del Teatro del Bicentenario, escenario en el que actúa por primera vez como solista.
"Era pandemia, nos juntamos con Nico Rodríguez y las canciones surgieron medio en chiste. La temática es medio medieval, no sé por qué hablábamos de amuletos, magia y hechizos, de cómo nuestra vida cotidiana nos hace aferrarnos a esas cosas para transitar la realidad, sobre todo en momentos complejos. Cuando la realidad nos supera, creemos en otros acercamientos a la verdad, cosas que tienen que ver con la fe, que puede ser en la magia, la astrología, una cintita roja o prender una vela" describió DIARIO DE CUYO el músico.
"Yo usaba la palabra barífico en distintas cosas, como para el mail… entonces me hizo acordar a una etapa más adolescente, las primeras bandas de rock, es una alegoría a ese momento de la vida" aseguró Pérez sobre el título del EP de seis temas, con una instrumentación de rock: la batería de Matías Inostrosa, bajo de Nicolás Rodríguez -que además lo produjo- y él en la guitarra eléctrica.
"Hace mucho que no lo hacía así, es una vuelta al rock", dijo Pérez sobre el álbum que fue mezclado por Guillermo Barros y masterización de Maxi Forestieri. "El primer y segundo disco fueron más cercanos a la fusión de los géneros latinoamericanos con el rock y otras cosas. Este es más rock, tiene una sola medio folk. Barífico es más minimalista, tiene muchos menos detalles armónicos, de coros, participó menos gente. En el primero fuimos 20, en el segundo casi 30 músicos, acá tan sólo tres músicos casi para todo, entonces es más íntimo en ese sentido", expresó el artista de 38 años, que adelantó que en los pocos días de publicado en plataformas, el disco consiguió "quintuplicar las reproducciones".
Toda la estética de Barífico tienen un estilo medieval, una gráfica que según contó Pérez, crearon en base a sigilos (frases que tienen un procedimiento de creación, relativos a los magos). Tanto ritual, de todas maneras, es tomado por Pérez y su banda con sorna. "Siempre trabajé en esto de reírme de mí, me pasa que tengo canciones muy solemnes y otras no, que me permiten reírme".
Como músico, Pérez es parte de una interesante generación de artistas locales. Ocupado en su rol de guitarrista, integrado a bandas como Sudamericaneros, Futre o junto a Fabricio Montilla, recién se animó a lanzar una carrera solista hace poco más de una década.
"El primer tema que grabé fue ‘Manos sin fin’ en 2007. No está en ningún disco, la subí a Youtube, ahí me animé a empezar a hacer cosas" admitió el artista que es el primero de su familia que se dedica a la música de manera profesional. A los 13 años comenzó a tocar la guitarra en el taller del Central Universitario, después siguió en la Escuela de Música de la UNSJ y nunca más paró de tocar. "La música es un trabajo que es parte de una actividad, que es para mí inevitablemente colectiva, que tiene un posicionamiento y que además en mi caso particular, es una terapia. Yo me encontré con la música en un momento complicado en mi vida y siempre que apareció de vuelta la creación o la música, ha sido en momentos complicados, así que siempre la asocio a algo terapéutico. Cuando empecé a componer fue cuando yo tenía algún problemas de salud, así que siempre lo asocié con esos momentos de crisis y de superación" compartió Pérez, que también es licenciado en comunicación y docente universitario, y que habla de la música con pasión y compromiso.
"Me dediqué también a la comunicación, ese es mi trabajo también, pero lo entiendo como parte de lo mismo porque para mí la música también es comunicación. Pero es un muy fácil hablar de la música como un arte menor o un hobby que merece precarización, que está ahí, vista de costado. Lo recalco porque la música es un trabajo, con derechos, con deberes, con oportunidades, igual que cualquier otro" sostuvo Fabricio. "Empecé a trabajar militando en la OMA y la sinergia que se generó fue mucho mayor, he participado en muchas bandas, de diferente manera, como comunicador, o arriba del escenario, o como productor, se convirtió también en un trabajo" apuntó el intérprete que destacó la fortuna de haber podido hacer un gira por Europa en 2017.
Si se le pregunta por sus referentes, Pérez se confiesa "hijo del rock nacional", de aquel de la primera etapa. "Es el que más escuché, sobre el que más leí, porque siempre me gustó leer sobre la historia de ese momento, me parece un movimiento muy particular que no se dio en otros lugares de Latinoamérica, es muy interesante como idea y es lo que más me influenció" dijo, agregando que también escucha lo nuevo.
"La música es para mí un canal de comunicación, ese momento de encuentro con alguien. Me dicen que mis canciones emocionan y eso me pasa a mí con la música, cada vez que compongo es algo que realmente me está conmoviendo y creo que provocará lo mismo en alguien", aseguró el creador de "Barífico". Magia y rock, interesante alquimia la que propone Fabricio Pérez, que aunque diga que todo surgió como un chiste, por las dudas, lleva consigo una estampita de "San Pugliese", el maestro del tango convertido por los músicos en protector antimufa. Pero, por si acaso Pérez lleva otro amuleto personal que prefiere no revelar.
CREDITO Marcos Urisa