En un rincón, ubicado en el barrio de La Boca, de la Ciudad de Buenos Aires, hay una casa, un refugio, un hogar en el que se sus habitantes viven, respiran y exponen arte al mismo tiempo, haciendo de lo cotidiano un hecho expresivo con intensidad, vocación y profesionalismo. Es lo que sintetiza el espíritu de la Galería Constitución, comandada por la dupla de Antonio Villa y Martín Fernández. Desde que Martín dejó San Juan para buscar futuro en su trayecto como artista visual en la metrópoli porteña en 2009, fue moldeando y formándose en el Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella. Y en los últimos tres años, con su colega y pareja, fundaron dicho espacio para el arte contemporáneo que, justamente esta semana, reabrió sus puertas para el público y reinició la exposición "Limón" -que había sido inaugurada antes de que viniese la cuarentena sanitaria- con la participación de 10 artistas plásticos, entre los que se encuentra otro creativo sanjuanino, Alfredo Dufour.
En comunicación con Martín, explicó cómo funciona dentro la galería, que a la vez, es su propia casa en la cual vive con Antonio (oriundo de Chubut): "La verdad que nuestro hogar está ambientado como una gran sala de exhibición y se concentra en lo que sería el living de la casa. En el resto de las habitaciones y en la cocina hay obras, pinturas y esculturas que conviven con nosotros. Es una manera de naturalizar los objetos artísticos en un ambiente doméstico. Y mucho de eso está presente en la obra de Dufour y de los otros artistas con los que trabajamos también", dijo el galerista a DIARIO DE CUYO.
Pero ¿qué experiencia se genera al vivir en una galería de arte que al mismo tiempo es un hogar? Martín respondió que "cuando nos mudamos a este espacio no sabíamos que la integración entre hogar y galería iba a ser tan significativa para "Constitución". Se profundizó el carácter de la galería, la situación de que el espacio de exhibición funcione dentro del lugar donde vivimos con Beto (Antonio) habla también de cómo nos pensamos como proyecto". Y amplió: "Nuestra casa pasó a ser un espacio semi-público al que cualquiera puede acceder si quiere ver una muestra y luego recorrer la casa: la cocina, la habitación, el vestidor, todos estos espacios funcionan como trastienda, la experiencia que propone la galería es la de poder ver obras en la intimidad de un hogar".
Cuando se hacían las inauguraciones de las muestras antes de la pandemia, representaban el evento de mayor importancia y que más público convocaba, y todos los ambientes de la casa eran ocupados: "De repente encontrabas gente viendo un video de algunos de los artistas desde la cama donde dormimos", recordaba entre risas. Lo curioso es que tener una galería propia en plena CABA, nunca estuvo como objetivo: "estudié en la universidad pública, me preparé en clínicas, hice talleres, pero la verdad esto se dio de manera improvisada. La idea de la galería, fue construyéndose sobre la marcha".
Como el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, permitió levantar algunas restricciones, permitió la reapertura de salas y galerías, con un protocolo elaborado por Meridiano, que es la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo, se estableció un régimen de visitas con turnos reservados por correo electrónico y con todas las medidas de prevención e higiene. Esto dio la oportunidad para que la muestra en la que participa Dufour pueda accederse (en forma presencial y virtual) y se sostendrá hasta mediados de septiembre.
El vínculo entre Fernández y Dufour, se originó desde la infancia. Ambos compartieron la primaria y la secundaria en la Escuela Modelo. "Nos conocemos desde los 6 años de edad y así nos hicimos amigos, hasta estudiamos juntos en el Torcuato Di Tella. Alfredo tiene una formación como artista plástico con obras que abordan el mundo de lo doméstico ese es su gran tema, por eso funciona muy bien en el espacio. Alfredo es un artista pop en tanto popular, su obra permite la lectura y apropiación sensible de cualquier espectador, pertenezca o no al "mundo del arte", no se trata de una obra críptica o de un pensamiento metafórico rebuscado, se interesa por encontrar la unidad mínima que le permita contar eso que le interesa", valorizó el galerista y curador a su amigo y colega. Mientras tanto, Martín se encuentra trabajando una muestra individual para el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson y que espera inaugurarla a fin de año.