Tanghetto vuelve a San Juan, de nuevo al Auditorio Juan Victoria y para abrir la Temporada 41¦ de Mozarteum San Juan. Hacen tango electrónico o al menos así comenzaron, dirá su creador Max Masri en esta charla con DIARIO DE CUYO. Para este conjunto surgido en 2003, la fusión de la música ciudadana con los beats fue sólo el puntapié que los llevó por un camino lleno de reconocimientos y a escenarios en todo el mundo. 

Desde su último concierto aquí en 2019, editaron dos discos más, por lo que Tanghetto tendrá mucho que mostrar en su nueva visita que estará principalmente enfocada en su noveno álbum, "Plays Piazzolla", nominado al Latin Grammy.

Tanghetto festejará sus dos décadas con la aparición, a fin de este mes, de su décimo disco "Argentinxs", que tendrá invitados célebres de la música como Fito Páez, Pedro Aznar, Peteco Carabajal, Abel Pintos, León Gieco, Lidia Borda, Amelita Baltar y Adriana Varela.

"Es un privilegio y un honor trabajar con todos, gente súper importante del tango y de otra música que traemos hacia nuestro tango" comentó, con orgullo, Masri, la cabeza detrás del "proyecto Tanghetto", como nombra a su banda , para realzar que cada movimiento es concienzudamente craneado para desarrollar las rupturas artísticas que buscan ofrecer. 

-¿Qué preparan para esta vuelta a San Juan?

-Volvemos a esa sala que tiene un sonido tan especial. Es lindo poder tocar en salas sinfónicas tan únicas en Argentina y en el mundo. Estamos muy contentos por volver y en este concierto puntualmente mostraremos "Plays Piazzolla", el disco que fue nominado al Grammy latino, que tiene nuestras versiones del genio de Ástor, entre otras canciones de "Reinventango" y clásicas de Tanghetto.

-¿Y cómo elegiste qué poner de Piazzolla? ¿Qué te conmueve de su obra?

-Me conmueve todo, quizás elegimos los temas que tienen que ver más con Tanghetto y que son más compatibles con nuestra sonoridad. Todos los temas que elegimos son instrumentales, sólo invitamos a Guillermito Fernández para cantar Oblivion en el disco. 

-En el disco "Reinventango" dedicaron un tema a la comunidad trans. ¿Por qué eligieron levantar esa bandera?

-Hubo varios motivos, por un lado tiene que ver con la inspiración que te puede generar algo que está pasando a nivel social en nuestro país que es la inclusión de comunidades como la trans; además me pareció que aquel momento, el inicio de la pandemia, era un buen momento para reinventarnos de muchas formas. Fue una inspiración. En el tango, que se hable de esto, creo que fue la primera vez, pero en el rock, Lou Reed hizo el disco Transformer en el ’72, así que me pareció súper interesante. Además Tanghetto tiene ese espíritu de romper con ciertas estructuras a nivel artístico; incluso antes de que se usara la palabra deconstrucción, nosotros teníamos ese mismo ideal en la música. 

– ¿Qué te parece haber aportado a esa deconstrucción social desde tu música, pensando en que el tango tradicional ha sido históricamente machista? 

– En la historia de Tanghetto, de entrada rompimos; hicimos un video del tema "Mente frágil", que es de dos mujeres que se conocían a través del tango y cambiaban su vida después de bailar juntas. Fue un tiempo, una época, el mundo era diferente. El machismo del tango no va más.

-¿Cambiar le permite mantenerse en el tiempo, como género?

-Si no se renueva algo queda como una pieza de museo. Hay gente que ve al tango como un viaje en el tiempo. Para mí si me voy a involucrar como artista tiene que ser desde el hoy, no puedo viajar en el tiempo, vivir la vida de otra persona, vestirme como otra época… ¿para qué? si eso ya se vivió. No estoy en contra del tango tradicional, me encanta. Como en el rock, te puede encantar Elvis Presley, pero no tenés que volver a la década del ’50. Tenés Coldplay hoy.

 – ¿Había que desacralizar un poco el tango? ¿Sentís que es eso lo que hiciste? 

-No sé si suena bien la palabra, pero sí sacarle ese rol como que es una religión ortodoxa, para mí nunca lo fue. Y hasta el día de hoy sigo recibiendo algún mensaje de algún periodista de tango o tanguero, que por un lado les gusta lo que hacemos, pero les sigue dando como un miedo, no quiero sonar como desagradecido, porque hemos sido bien recibidos en la comunidad del tango; pero, bueno, hay fanáticos. El arte tiene que poder expresarse desde el hoy. Por qué en el tango tiene que estar limitado a que alguien diga esto es tango. Ahí estuvo Ástor y rompió con todo eso. 

-Así lo rechazaron al principio también. 

-Sufrió una discriminación ridícula, y a la vez, hoy es considerado el músico argentino más celebre internacionalmente y uno de los más importantes a nivel global. Y fue tonto todo eso, hacerle pasar tan malos momentos a un artista tan generoso a nivel artístico, que abrió un camino para miles de músicos. Creo que el tango no puede estar anclado en el pasado. Por eso cuando hacemos versiones lo hacemos desde nosotros, hoy, no tratamos de recrear ese momento. 

-Y en la ruptura de Tanghetto y con esos fanáticos que decís que te topás, ustedes se han sentido apartados alguna vez?

– Siento cosas similares, no sé si lo puedo expresar de la misma forma, porque tuvimos reconocimientos en los Premios Gardel, nominaciones en los Grammy Latinos… Pero sí, porque en general cuando alguien hace algo tan diferente todavía a alguna gente le cuesta, como que tienen estructuras muy binarias en la forma en la que ven, eso que no pueden catalogar fácilmente, les cuesta. 

-¿Eso te desalentó en algún punto? 

-No es agradable, a veces en lugar de desalentarte te da más fuerza, pero hay veces que te cansa. Sobre todo cuando hay gente que tiene un espacio de poder, se vuelve muy conservadora y no te da el espacio que un proyecto como el nuestro tendría que tener. 

-¿Reinventango fue un quiebre, fue decir "esto es lo que hacemos, no busco agradar"? 

-Siempre Tanghetto fue así. Desde el inicio. La ruptura es parte de lo que alimenta el grupo. Cuando veo en el tango electrónico, no digo en Bajofondo, que también aporta cosas nuevas, pero hay otros menos conocidos que tienen como una fórmula de lo que tiene que ser el tango electrónico para complacer a alguien que consume eso, para nosotros no es así. La idea de Tanghetto es romper y romper con nosotros mismos. 

El dato

Tanghetto. Jueves 13 de abril , 21.30 hs Auditorio Juan Victoria. Entrada: $3.000. Menores de 30: $1.600. Abono: $15 mil. Juvenil: $8 mil en of. Mozarteum (Ignacio de la Roza 161 oeste, local 5 de 9.30 a 13.30 hs). En boletería, jueves desde 19 hs