Siete años hubo que esperar (bastante, si se tienen en cuenta los tres de la primera secuela), pero al fin llegó. Los amantes del Código Da Vinci podrán disfrutar hoy en San Juan, en estreno nacional, de Inferno, la tercera entrega de la trilogía basada en los libros de Dan Brown, que llega luego de El código Da Vinci (2006) y Ángeles y Demonios (2009).

Nuevamente dirigida por Ron Howard y protagonizada por Tom Hanks, y con escenario principal en la pintoresca Toscana italiana; en esta rentré el profesor de literatura Robert Langdon -especialista en simbología e iconología de la Universidad de Harvard- debe llegar a través de códigos de ‘La Divina Comedia’, de Dante Alighieri, a un virus que hará morir a la mitad de la población, creado por un multimillonario mesiánico obsesionado por el problema de la superpoblación mundial (Ben Foster) que se suicida para, justamente, no dar esa información. En el medio, Langdon pierde momentáneamente la memoria, lo cual lo lleva a desconfiar de todo lo que lo rodea y a desconocer las intrigas que se cuecen entre quienes lo buscan a él (algunos son agentes de gobiernos; otros, no) y a su joven, intrépida y misteriosa ayudante (Felicity Jones). Vale aclarar que en esta entrega, los ya abordados problemas con la religión son tangenciales y se evita la polémica con la Santa Sede.