Para quienes la siguen -en general jóvenes- no hace falta carta de presentación. Pero si le gusta la música y no escuchó su nombre todavía, aún menos sus canciones, pues pronto empezará a hacerlo, porque esta chica es un fenómeno. Debutante en los Grammy -"los Oscar de la música’- se llevó cinco de los seis premios a los que aspiraba el domingo último, resultando la más premiada por sobre famosas figuras. Pero además, cuatro de esos premios son las categorías principales: Grabación y Canción del año por Bad guys, Álbum del año con When we all fall asleep, where do we go? y Mejor nueva artista (posibilidad que tenía únicamente Lizzo, la más nominada). El otro rubro en el que se impuso fue Mejor disco vocal contemporáneo. Sólo una vez antes, en los 62 años que tiene esta ceremonia, ha pasado algo similar (en 1981 con Christopher Cross también ganó los cuatro rubros generales) ¡Y todo eso por un disco grabado en su casa!, tendencia devenida del hip hop que no le hace mucha gracia a los sellos y que tiene que ver con los canales de expresión de las nuevas generaciones: redes y plataformas. Porque, encima, todo esto lo logró una adolescente de apenas 18 años, marcando otro récord: ser la más joven en lograrlo. Billie Eilish se llama este huracán que cautivó a miles de jóvenes en Youtube, Spotify y Apple Music antes de lograr la atención de la Academia de Grabación (13 mil miembros votan), que cayó rendida a sus pies. 

Sagitariana, estilo bastante introspectivo y una estética que hasta podría resultar inquietante para algunos; Billie nació el 18 de diciembre de 2001 en California, en una familia de artistas: la actriz Maggie Baird y el músico y guionista Patrick O’Connell. Su hermano mayor, Finneas, es compositor; además de su gran amigo, su premiado productor y un poco su artífice. No es de extrañar entonces el camino de esta jovencita que a los 8 años cantaba en un coro infantil y a los 11 empezó a tocar piano y el ukelele, a componer e interpretar sus canciones. Estudiante de danza, tenía 14 cuando le pidieron una coreo con música original. Para que su maestra pudiera escucharla, subió su "Ocean Eyes" a Soundcloud con descarga gratuita y se hizo viral en un pellizco. En 2017 publicó su EP "Don’t smile at me", producido por Finneas. Y el año pasado largó su primer álbum de estudio, "When we all fall asleep…". Esa es su carrera. Poco más de dos años en los que cosechó la cima de iTunes, la venta por reserva de 800 mil unidades de su álbum debut, dos discos de platino (Ocean Eyes y Lovely), siete discos de oro (por sus sencillos), 9 millones de seguidores en la primera semana en Instagram, etc. etc. etc… y cinco Grammy. ¡Diablos, señorita! 

Con influencias de artistas como Earl Sewashirt, Drake, Big Sean y Childish Gambino, es sin embargo su propio estilo -"pop sombrío", lo rotulan- lo que caracteriza a esta jovencita que tiene síndrome de Tourette, que contó que un tiempo fue "muy infeliz" pero logró sortear sus profundas depresiones, cuyas canciones hablan de depresión, pensamientos suicidas y cambio ambiental (aunque -declaró- no siempre basadas en experiencias personales) y a quien le gusta estar en cada detalle de lo que tenga que ver con su música, que -asegura- es parte de su día a día. Tanto que cuando su nombre empezó a repetirse en la gala, sólo pronunció un sorprendido "¿¡Por qué!?" antes de partir con los brazos cargados de gramófonos y una sonrisa gigante. "He crecido viendo los Grammy (… ). Me siento muy agradecida y honrada de estar aquí con todos ustedes", dijo una respetuosa Billie en medio de la premiación que refrendó esta sangre nueva que viene sonando y que el público está eligiendo. 

 

  • Y el que quiera oir…

Los Grammy son una buena guía para adentrarse en nuevos universos musicales. En el caso de Billie Eilish, habrá que escuchar su disco When we fell asleep, where do we go?, y especialmente Bud guy. Fusión flamenco-urbano, hay que conocer los hits de Rosalía: Juro que y el popular Malamente. Y en la línea de la música urbana contemporánea, el disco de Lizzo, Cuz I love you, en particular Jerome y Truth hurts.  Si gusta del rap, Lil Nas X (puede empezar por el tema Old town road) y Tyler the creator. Por el lado del rock, mandan Gary Clarke Jr (This land) y Cage the elephant; mientras que en heavy metal no estaría mal dedicarle un tiempo al ganador, Tool; y en rock alternativo a Vampire weekend. Los conocidos Elvis Costello y Alejandro Sanz son materias obligadas en pop. Y si le gusta del cine y las series, los Grammy mandan a escuchar las bandas sonoras de Nace una estrella (Lady Gaga y Bradley Cooper) y de Chernobyl. Por decir algunos.

 

  • Más premios

En la 62da edición de los premios Grammy, otra joven resonante fue Rosalía, primera española en recibir un gramófono por su álbum El mal querer, que ganó en Mejor disco latino de rock, urbano o alternativo, antes que ella tiñera de flamenco el escenario del Staples Center de Los Ángeles con los temas que le dieron proyección internacional. La afroamericana Lizzo, la más nominada (ocho) ganó Mejor performance pop por su tema Truth hurts, su similar en la categoría Rhythm and blues por la canción Jerome; y Mejor disco de música urbana contemporánea por Cuz I love you. Segundo en la lista de favoritos, con seis candidaturas -igual que Eilish- el rapero Lil Nas X ganó estatuilla al mejor dúo pop, por su labor junto a Billie Ray Cyrus; y por su video. 

Entre los raperos se consagró Tyler The Creator, Cage the Elephant se posicionó como la banda rockera ganadora, Tool obtuvo el mismo crédito en el rubro heavy metal, Vampire Weekend en el de rock alternativo y Elvis Costello en el de álbum pop vocal. 

Además de Rosalía, la música hispana tuvo premios con Alejandro Sanz a Mejor álbum pop por #El disco; y Marc Anthony y Aymée Nuviola compartieron galardón al mejor disco tropical, por Opus y A journey through cuban music, respectivamente.

Y, dato emotivo, en el tradicional video que recuerda las figuras fallecidas en el año, se pudo ver la imagen de Alberto Cortez, entremezclada con otras de Joao Gilberto, Ginger Baker, Neil Peart, la sueca Marie Fredricksson de Roxette, José José y Camilo Sexto.

 

  • Argentinos no

En esta edición de los Grammy había cuatro esperanzas albicelestes, pero ninguna pudo acariciar la estatuilla. En el rubro Mejor álbum new age, Sebastián Plano y su Verbe perdieron a manos de Peter Kater y su Wings. En el apartado Mejor álbum de reggae, Koffee, con su disco Rupture, venció entre otros al argentino The Final Battle: Sly & Robbie Vs. Roots Radics, de Sly & Robbie & Roots Radics. Álbum de folk fue otra categoría donde había expectativa nacional, pero Patty Griffin también dejó afuera a disco Rearrange my heart, de Che Apalache. Finalmente, tampoco pudo ser para Emilio Solla y su trabajo en La Novena; ya que el Grammy a Mejor arreglo instrumental o a capela quedó en poder de Jacob Collier por Moon River.